Por Bruno Farano
29 Julio 2021
TRABAJAN CON TODO. El plantel “santo” tiene como objetivo corregir los errores que lo privaron de seguir sumando victorias. Derrotar a Estudiantes, el domingo, es casi una obligación para seguir soñando. twitter@casm
Más allá de la gran producción que le permitió a San Martín dar el golpe en cancha de Tigre hace poco más de una semana, está claro que en las últimas tres presentaciones, el equipo sufrió un pequeño bajón. De esos nueve puntos en juego sólo consiguió tres, bajando el superlativo promedio que había logrado desde la asunción de Pablo De Muner.
Lo llamativo es que en tres juegos, el “Santo” sufrió cuatro goles (dos contra Quilmes y dos contra Alvarado), superando la cantidad que había encajado en los ocho duelos anteriores (desde la llegada de “Tomate”, sólo había recibido tres tantos). Además, esos goles llegaron producto de errores no forzados y terminaron encendiendo algunas alarmas en el cuerpo técnico.
El “Cervecero” lo castigó a la salida de una jugada de balón detenido y gracias a una pérdida en mitad de cancha con todo el equipo volcado en ataque. Mientras que los marplatenses se aprovecharon de una distracción y una cobertura poco eficaz, que derivó en un penal en el comienzo del partido; y gracias a un tiro libre en el que el equipo marcó mal ya con el juego casi sentenciado.
“Me parece una distracción fatal; una falta de atención grave”, aseguró De Muner minutos después de la caída en el estadio “José María Minella”.
Justamente, las dos caídas en un proceso que lleva 11 partidos y en los que el equipo sumó además, siete victorias y dos empates; se produjeron por culpa de esas falencias que el entrenador había advertido en el análisis previo a tomar el timón y que parecían haber sido superados. Pero no; todo lo contrario. Llegaron cuando nadie en La Ciudadela lo esperaba y le impidieron a San Martín acceder a la cima de la zona A de la Primera Nacional.
De Muner es consciente de que su equipo necesita seguir evolucionando. “Está claro que al partido lo perdimos nosotros, fue por culpa de nuestros errores”, había advertido tras la caída contra Quilmes y, acto seguido, el “Santo” pareció otro equipo en su excursión a Victoria.
Más allá de los últimos cuatro tantos recibidos, San Martín continúa ostentando la valla menos vencida de la actual temporada en la categoría pero, puertas adentro, en Bolívar y Pellegrini saben que esos errores “fatales” en la última línea deben ser el principal punto a mejorar para poder estar en la pelea por uno de los boletos a Primera división.
Durante los primeros entrenamientos semanales, De Muner y sus pupilos comenzaron a trabajar para dejar atrás esas falencias que frenaron en seco la escalada de un equipo que parecía listo para adueñarse de su zona. “Hay que estar preparados y tener autocrítica de cara a lo que viene. Debemos estar tranquilos, saber que se puede mejorar y que lo vamos a hacer; tenemos que concentrarnos en los errores”, resaltó el DT hace algunos días, y sus declaraciones tomaron mayor relevancia durante los últimos días.
La segunda ronda recién comienza y queda mucho hilo en el carretel. Pese a las últimas caídas, San Martín sigue en una zona expectante y sus chances de estar en la pelea son claras. Pero para conseguir el premio mayor, necesita eliminar de una vez por esas falencias innecesarias que no lo dejaron volar y que no pueden volver a aparecer.
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