El aparato y el territorio van a la interna

El aparato y el territorio van a la interna

La pelea real comenzó. La interna peronista entre el gobernador Juan Manzur y el vicegobernador Osvaldo Jaldo dejará de estar en el plano de las encuestas y de las posibilidades. La confrontación llegará a las urnas, tal como sus protagonistas principales lo querían quizás desde el primer minuto. Los discursos de unidad y de acuerdo quedaron sólo en eso: en palabras. Fuera de micrófono, quienes están cercanos a uno y otro, reconocen que era muy difícil llegar a una tregua, por los enojos y por la falta de confianza mutua. Desde el quiebre, en marzo, ambos espacios vienen mostrando en los hechos que se están armando para llegar a los comicios. Porque si no era en estos, sería en los provinciales de 2023 y por la sucesión. Con la presentación de sus listas para competir dentro del Frente de Todos se selló el destino del oficialismo, que seguirá quebrado los dos años que quedan de gestión. La incógnita es cómo podrán gobernar sin siquiera hablarse.

Los de la Casa de Gobierno salen a la puja blandiendo la espada de la lealtad, como antónimo de la “traición” que consideran que habría cometido el jaldismo. Y los de la Legislatura, levantando como arma la “pertenencia peronista”, en contraposición a un espacio que contaría con “paracaidistas del justicialismo”, tal como sostienen.

¿Las claves de una campaña y una contienda tan competitiva? Hay consenso: el “aparato” (los recursos) y el territorio. Ambas cuestiones son las que suelen ser determinantes en las provinciales y ahora también, en esta inusual contienda de medio término para renovar diputados y senadores.

Un mix

Si bien había algunos nombres que habían trascendido, en el manzurismo la lista completa para las PASO se conoció poco antes del acto de presentación. Muchos de los dirigentes más cercanos al gobernador no tenían la nómina, porque el presidente del PJ se encargó de mantenerla en reserva. En el entorno comentaron que la idea fue armar una lista que mezclara dirigentes de confianza; otros que midieran bien en las encuestas; algunos con mucho caudal de votos y otros que tengan peso territorial. A esto se suma el pedido de la Nación, que fue por Alejandro Melo, el menos conocido de los precandidatos. El joven oriundo de Bella Vista es secretario general de La Cámpora y subsecretario de Relaciones Institucionales de la Provincia.

En el manzurismo descartan que la Nación haya intervenido de manera tajante para lograr una lista de unidad que incluyera al jaldismo. Reconocen que hubo llamados y algunos intentos, pero que no fueron lo suficientemente contundentes como para convencer a Manzur de que cediera espacios. Inclusive, hay quienes vienen escuchando al mandatario decir que quería que Jaldo fuera candidato. Parte de la dirigencia creía que el jaldismo amagaría con presentar un listado para la interna del Frente, pero que finalmente no lo haría. Consideran que es quien más tiene para perder, a dos años de la elección provincial.

Ya con los nombres sobre la mesa, comienza la campaña. Afirman que Manzur está convencido de que la gran disputa será en la capital y que considera que cuenta con figuras en la lista y con políticos en su equipo que podrán mejorar los números que el peronismo habitualmente en algunos circuitos. Aunque saben que habrá confrontaciones fuertes en varias áreas.

Esta noche, de hecho, Manzur cenará con referentes de San Miguel de Tucumán para trazar la tónica proselitista.

La conformación habría dejado a algunos dirigentes que venían trabajando en el manzurismo poco conformes. Se espera que en las próximas horas haya algunas novedades al respecto.

¿Subestimados?

En el jaldismo se mostraron exultantes porque consideraron que Jaldo se puso “frente a la tropa” al encabezar la nómina de precandidatos a Diputados. Los dirigentes cercanos al vicegobernador consideraron esto como una señal de que Jaldo está dispuesto a ir con todo y creen que lo subestimaron al creer que desistiría de participar.

En cuanto a la nómina, explicaron que priorizaron el equilibrio entre dirigentes de distintas secciones electorales y aquellos referentes con antecedentes de buen rendimiento electoral.

En el entorno del presidente de la Cámara remarcan que ellos no rompieron el oficialismo y que esperaron una posible unidad hasta último momento. Si bien afirman que las negociaciones por una posible lista única con el manzurismo no fueron directas, se habría dado mediante miembros del equipo del Ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro.

En el jaldismo sostienen que en el Ejecutivo se habría ofrecido el tercer puesto en el listado para Diputados si renunciaba el Defensor del Pueblo, Eduardo Cobos. La elección del ombudsman, que era un legislador del espacio de Jaldo, fue precisamente el punto de inflexión en la relación entre los líderes del oficialismo. Esta alternativa habría sido rechazada finalmente por los legislativos.

Tanto en la Cámara como en la Casa de Gobierno avizoran una campaña muy dura y con la mirada clavada en el 2023.

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