Sin “Pulga” Rodríguez, Colón también pica

Sin “Pulga” Rodríguez, Colón también pica

El "Sabalero" estrenó su chapa de campeón ganándole a River en Núñez y en inferioridad numérica.

FIGURA. Aliendro es uno de los favoritos de los hinchas de Colón. FIGURA. Aliendro es uno de los favoritos de los hinchas de Colón.

Parece que en Colón hay vida después del “Pulga”. Por supuesto, nadie puede poner en tela de juicio la categoría futbolística de Luis Miguel Rodríguez y lo mucho que influyó para que hoy el escudo “sabalero” por fin tenga una estrella encima. Pero también está claro que dicho logro estuvo apuntalado por un proyecto colectivo y una idea de juego que trasciende la capacidad individual de sus ejecutantes. Y por si a alguien le quedaba la sospecha de que el traje de campeón le quedaba medio grande, el equipo de Eduardo Domínguez lo estrenó ganándole a River 2 a 1 en el Monumental en un partido muy entretenido, de suspenso hasta el último minuto.

A estas alturas, el relato se queda vetusto. Un gol a los 20 minutos o a los 35 es más o menos lo mismo; uno antes del tercer minuto no. Ni para el que lo hace ni para el que lo sufre. La prematura conquista del ex “decano” Rodrigo Aliendro fue un bálsamo de confianza para su equipo y una alerta para River de que este Colón ya no es ese Colón que para el fútbol de Primera era algo así como un actor de relleno de esos que muere en la mitad de la película. El mérito “sabalero” se completa con haber marcado el 2-0 (Yéiler Goez) un rato largo después de la expulsión de Gonzalo Piovi por bajar a Jorge Carrascal cuando este se iba solo al duelo con el arquero. Más allá del rápido ingreso de Bruno Bianchi para fortalecer la defensa, Colón no se metió atrás cuando estuvo en inferioridad numérica, y por eso encontró el segundo gol. Un dato más: Domínguez puede decir, aunque no quiera, que tiene historial favorable frente a Marcelo Gallardo. Le ganó tres partidos, empató cuatro y perdió uno.

Del equipo de “Muñeco” se debe resaltar que en el segundo tiempo hizo gigante al arquero Ignacio Chicco, que sacó varias claras. El descuento de Matías Suárez cayó casi por decantación, y Brian Romero (de buen debut) bien pudo haber estampado el 2-2 al final. Quizás otra hubiera sido la historia si hubiese apostado por un equipo menos alternativo, pero la realidad es que hoy al “Millonario” le importa más la revancha del miércoles a la noche con Argentinos, que define su continuidad en la Copa Libertadores, que una primera fecha que no define nada.

Aunque no por eso deja de ser llamativa la invertida carga magnética que parece haber entre River y el torneo local, la gran deuda del ciclo de Gallardo.

De todos modos, lo de River no fue la excepción: al día de hoy, son nueve los equipos argentinos que siguen en carrera entre la Copa Libertadores y la Sudamericana, y todos presentaron equipos en buena medida alternativos. En otras palabras: el “producto” puede esperar.

Con la vuelta del formato largo en la Liga Profesional, en reemplazo de las copas, habrá que ver cómo le sienta a los equipos con los planteles más cortos. Más en los casos en que se pelea en doble frente. Con la acumulación de fechas entre torneos continentales y Eliminatorias hasta fin de año, los campeonatos locales tendrán también partidos entre semana, lo que someterá a un importante desgaste físico a los planteles. El tiempo dirá. Por lo pronto, el desarrollo de la agenda de ayer dejó además el éxito de Huracán, 2-1 sobre Defensa, y los empates 1-1 y 0-0 entre Arsenal-San Lorenzo e Independiente-Argentinos, respectivamente.

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