Al cumplir una década, relanzaron Tecnópolis

Al cumplir una década, relanzaron Tecnópolis

Más de 30 millones de visitantes recorrió la feria. Una vidriera del kirchnerismo.

EN VILLA MARTELLI. El complejo pasó de una etapa celebratoria a la destrucción del macrismo.  prensa ente cultural EN VILLA MARTELLI. El complejo pasó de una etapa celebratoria a la destrucción del macrismo. prensa ente cultural

Desde su inauguración en 2011, Tecnópolis se consolidó como la megamuestra de ciencia, tecnología, cultura y arte más importante de Latinoamérica. Pero por sobre todo, la vidriera del kirchnerismo de cara a la sociedad, montando lo que pretendió ser una nueva política.

Por allí pasaban las delegaciones que concurrían del interior, con sus artesanías y exposiciones. Era la oportunidad para los ministros de Educación y Cultura de provincias para hacer circular a sus músicos y exhibir a los artistas. Con masivos shows a distintas horas.

Han pasado 10 años desde su creación y la pandemia demoró y transformó el lanzamiento de un programa de gobierno. Porque con la asunción de Alberto Fernández, Tecnópolis era una prioridad, más cuando se conocía que el ministro de Cultura era Tristán Bauer, el mismo que fue uno de sus fundadores.

En esta década el parque recibió a más de 30 millones de visitantes de todas las edades y regiones del país. “Con una perspectiva innovadora, interdisciplinaria y popular, Tecnópolis se afirmó como ícono de un proyecto de país que concibe a la soberanía cultural, científica, tecnológica, energética, industrial y ambiental como motores fundamentales para el desarrollo de la Argentina”, expresa la publicidad oficial.

Cuando en febrero el ministró visitó la Casa Histórica, habló con LA GACETA del relanzamiento de Tecnópolis, aunque en términos relativos. Las vacunas, en ese momento, eran más un deseo, y el parque en Villa Martelli se había convertido en un vacunatorio.

“El concepto de cultura en el país se limita muchas veces a las disciplinas artísticas -teatro, literatura, danza- y a un emisor y un receptor muy claros. Pero es más amplio. La palabra es más vasta, viene de cultivo, una manifestación de los pueblos cuando trabajan la tierra en comunidad, en diversidad”, explica Tristán Bauer desde hace meses, y lo hizno nuevamente cuando el viernes reinaguró el complejo. “La cultura es reparadora y sanadora del tejido social”, expresó en su discurso, mientras el jefe de gabinete Santiago Cafiero indicaba que se reabría Tecnópolis porque había vacunas.

Gran desafío

¿Pero qué sucederá exactamente allí, un espacio creado para la concurrencia de la gente, es decir, presencial por su naturaleza?

“La fuerza de Tecnópolis se inscribe en lo presencial, lo espectacular y lo masivo, por lo que el gran desafío es la virtualidad. Con el aislamiento vemos cuánto se profundizó el uso de internet y redes sociales, por lo que estamos desarrollando varios proyectos para la plataforma digital y también estamos manteniendo el diálogo con todas las provincias”, respondió Bauer.

Recuperar el espíritu creativo de la mano de la tecnología es un objetivo que, mirando las pruebas que se hicieron hasta ahora (el streaming, por ejemplo) , están al alcance. Pero cómo conectar aún más lo presencial con lo virtual.

Precisamente allí donde se celebró tanto el programa “Conectar igualdad”, donde un estudio de la TV Pública transmitía, en emisión especial, el lanzamiento del Arsat-2 en 2015; donde Zamba, los dinosaurios del parque geológico y los conciertos se transformaron en los principales atractivos.

Todo un show

Es que montada como parte final de los festejos oficiales del Bicentenario, se armó como un gran show de espectáculos gratuitos y el protagonismo espectacular de Fuerza Bruta.

“Fue un ensamblaje ecléctico que promete, entre otras cosas, experimentación artística, mixtura de géneros musicales, circo, contenidos audiovisuales, deportes urbanos, tecnología y contenidos on-line”, describió criticamente en ese momento el académico de izquierda Pablo Rieznik. El trotskista negó que se tratara de un nuevo modelo de política científica. “Pero no existe tal cosa en materia de ciencia y técnica (CyT), ni siquiera un plan de conjunto. Los organismos de CyT dependen de siete ministerios diferentes, o de ocho, si consideramos que las universidades dependen administrativamente de Educación”.

Ciertamente, se articularon emprendimientos productivos entre el sector privado y el público, sobre la base de proyectos generados en el sector privado y financiados o subsidiados por el sector público.

Parte de esta política pudo verse en la pandemia, cuando desde el propio Estado se admitió la falta de preparación del sistema sanitario y la no centralización del mismo para atender las urgencias de salud.

Entonces, pues, queda saber si Tecnópolis será más, mucho más que un show y una gran feria.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios