17 Julio 2021
Al mirar la realidad que nos circunda, podemos ver como en el mundo globalizado y vertiginoso en que vivimos, reina cada vez más la cultura del tener, del descarte, del disvalor, el individualismo el consumismo, el hedonismo, el egocentrismo. Como asimismo el que se naturalice en forma insensible el uso y abuso de las personas más vulnerables, más carenciadas, sin oportunidades, por parte del poder económico y/o partidario; como la competencia voraz por alcanzar el poder tanto económico como gubernamental, solo para dominar y esclavizar. Como también el buscar ser feliz en lo efímero, dejando de lado la cultura del ser, de la solidaridad y del servicio. Y dejar de impulsar lo que es realmente esencial, o sea crecer como persona y evolucionar espiritualmente. Al tomar conciencia de tan degradante situación en que se encuentra el mundo de hoy, de la cual nosotros no nos escapamos; es momento de detenernos, es momento de cambiar de actitud; es tiempo de hacer el esfuerzo por levantarnos y salir del letargo, del desánimo y defender con firmes convicciones nuestras raíces, nuestra identidad, y comunicar nuestro sentir, nuestra fe, nuestra esperanza, así como luchar con compromiso y protagonismo cívico y ciudadano por el bien común sin exclusión alguna, y dignificar nuestra persona con trabajo digno y productivo (y no con la dádiva ). Buscar educación pública y privada de calidad (y no con ideologías foráneas) y así evitar de esta forma perder de vista el real sentido que tenemos como personas y como sociedad. Hecho que nos permitirá el reconstruir entre todos y para el bien común de todos los argentinos un futuro exitoso.
Miguel Ángel González Fidani
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