Atlético se refuerza, pero con restricciones

Los mercados de pases por lo general suelen ser difíciles para los equipos del interior. Convencer a un jugador instalado en Buenos Aires, Rosario o Córdoba de mudarse hacia Tucumán era la primera piedra en el zapato. Para que ello suceda, muchas veces se tenía que apelar a la billetera para poder seducirlo. El presente “copero” que tuvo Atlético durante 2017 y 2020 maquilló un poco esta situación y el “Decano” se convirtió en una vidriera interesante para los jugadores. La pandemia del 2020 trastocó nuevamente esta dinámica y conseguir refuerzos se convirtió casi en una odisea. Hacer que jugadores vengan a Tucumán ya no es difícil por una cuestión de mercado o plaza. Hacer que jugadores vengan a Tucumán es física y literalmente difícil. Aún con los que tienen ganas de hacerlo.

El caso de Cristian Menéndez es el más emblemático. A través de las redes sociales, el “Decano” oficializó la vuelta del ídolo el 28 de junio, el mismo día que Argentina cerró las fronteras y limitó el ingreso al país de solamente 600 personas por día. Varias reprogramaciones de por medio, hasta ayer, “Polaco” seguía en Chile. Pero el dato alentador es que en las últimas horas el gobierno autorizó la ampliación del cupo de ingreso al país que pasó de 600 a casi 750. La incorporación del lateral chileno Felipe Campos podría traer un problema similar. Su pase parecía casi un hecho y se retrasó por este tema. Aunque las gestiones ya están avanzadas, falta poner la firma y con la experiencia reciente de “Pulga”, no se hará oficial hasta que el gancho esté puesto.

Ahora, ¿Atlético es el único club que sufre estas restricciones? No. Si repasamos el mercado de pases actual, casi un 85% de las transferencias se dieron entre equipos argentinos, los casos referenciales podrían ser Boca y River, clubes acostumbrados a contratar grandes figuras, muchas veces del exterior, en este mercado el “Xeneize” se reforzó con dos jugadores de Huracán (Esteban Rolón y Norberto Briasco) y uno de Lanús (Nicolás Orsini); por su parte a River llegaron dos ex Defensa y Justicia (Braian Romero y Enzo Fernández).

A fin de cuentas es lo que hizo Atlético desde el inicio de la pandemia hasta ahora. En la primera ventana post covid, Atlético se reforzó con Santiago Vergini y Oscar Benítez. El defensor vino a préstamo proveniente de San Lorenzo, mientras que el delantero firmó su vínculo horas antes que se cierre el libro de pases y llegó proveniente de fútbol ecuatoriano.

Ahora, en el receso invernal, Atlético apuntó sus cañones a “Pulga” Rodríguez y no se dio, mientras tanto fue negociando con otros futbolistas en diferentes puestos. La primera buena nueva fue la incorporación de Renzo Tesuri, que firmó su vínculo el 20 de junio y al día siguiente ya estaba entrenando en Tucumán.

Algunos clubes sí contrataron a futbolistas del exterior, pero la principal diferencia con el “Decano” es con la rapidez que se manejaron. La mayoría de los casos viajaron al país sin problemas y tras cumplir algunos días de aislamiento, ya entrenan al lado de sus nuevos compañeros. De México por ejemplo llegaron Javier Correa (Atlas), Enrique Triverio (Toluca) a Racing y Huracán respectivamente, tras hacer la cuarentena, hace varias semanas se sumaron a las practicas.

Arsenal, por ejemplo, sumó a sus filas a Nicolás Mazzola, proveniente del fútbol griego, como el ex Gimnasia viajó antes de las restricciones, no hubo inconvenientes. A Vélez llegó el arquero Carlos Lampe (Always Ready), pero como el ex Boca viajó a Argentina directamente desde la burbuja sanitaria que tuvo la selección boliviana durante la Copa América, no debió aislarse, caso similar al del paraguayo Jorge Morel, que es refuerzo de Lanús.

La situación más parecida a la de Atlético es la de Rosario Central, que repatrió a Milton Caraglio, el jugador proveniente de Atlas de México, recién ayer pudo entrenar a la par de sus compañeros, pero estará listo para el debut si Cristian “Kily” González lo requiere. Por Menéndez y Campos, en cambio, Atlético deberá seguir esperando.