Daniele, el chef italiano que celebró la Copa América y la Euro en Tucumán

Daniele, el chef italiano que celebró la Copa América y la Euro en Tucumán

Nació en Milan y cocina pizzas en barrio Sur. "Fui a la plaza a festejar", confesó.

TUCUMANIZADO. Daniele (a la derecha) y una selfie con la familia de Natalia, por quien se vino desde Australia a Tucumán.  TUCUMANIZADO. Daniele (a la derecha) y una selfie con la familia de Natalia, por quien se vino desde Australia a Tucumán.

Entre las incontables implicancias de este escenario tan inusual que planteó la pandemia está la rareza de que la Copa América y la Eurocopa se hayan jugado al mismo tiempo, algo que sólo había ocurrido una vez, en 2016. Y fue gracias a esa simultaneidad tan inusual que Daniele Iacobone tuvo un fin de semana a puro festejo: italiano de nacimiento pero radicado en Tucumán hace dos años y medio, se dio el gusto de celebrar la conquista de la Selección el sábado a la noche y la de la Squadra Azurra el domingo por la tarde. En ambos casos, fue el fin de una larga sequía en fuero continental: 28 años para Argentina y 53 para Italia (con la salvedad de que los “tanos” ganaron dos Mundiales en el lapso, el de España 1982 y Alemania 2006).

Lo curioso es que no pudo ver ninguna de las dos finales. La de Argentina-Brasil coincidía en su horario de trabajo como cocinero en la cervecería TBC de Barrio Sur, así que el gol de Ángel Di María lo agarró con las manos en la masa. Porque sí, Daniele es un crack haciendo pizzas. “Cuando fue el gol no lo podía creer. Sentí como un temblor de felicidad. Todo el resto del partido fue sufrido, pero cuando terminó estaba feliz como un argentino más. A la salida del trabajo fui a la plaza a celebrar y ver a la gente enloquecida me recordó a cuando Italia ganó el Mundial en 2006”, cuenta el oriundo de Milán, que paradójicamente terminó en la tierra del sánguche de milanesa por amor a una tucumana, Natalia Raya, profesora de inglés a la que conoció en el tiempo que vivió en Australia. “Allá me mudé en 2015, siguiendo a un amigo que decidió irse. Es que siempre me gustó mucho viajar, y de hecho antes ya había vivido en Grecia. En Australia comencé mi carrera de chef, y luego vine a Argentina porque la conocí a Naty. Aquí siempre me recibieron siempre con las puertas abiertas. Ahora tengo muchos amigos y me hice hincha de Atlético. De Tucumán me gustaron las jodas y las peñas. Es más, el fernet no me gustaba hasta que vine acá”, comparte Daniele, quien también se confiesa loco por Diego Maradona, algo que no resulta para nada extraño si se tiene en cuenta que su madre es napolitana. “Para mí, Maradona es como un dios. Lamento no haber tenido la fortuna de verlo en la cancha”.

Un’estate italiana

Y llegó el domingo, en casa de sus suegros. Al duelo entre Italia e Inglaterra por la corona europea le tocó escucharla por radio, la manera más sufrida de vivir una final. Para colmo, Luke Shaw puso en ventaja a los británicos antes de los tres minutos. “Fue un sufrimiento desde el principio, pero tenía mucha esperanza. Y cuando llegó el empate de (Leonardo) Bonucci, me emocioné. Los penales fueron como el partido: empezamos en desventaja y después el arquero hace el milagro y para dos penales. Me abracé con mi suegro y empecé a recibir mensajes de amigos argentinos que me felicitaban”, cuenta.

Confiesa que extraña Italia, pero considera a Argentina su segunda patria. Aunque en fútbol lo tiene claro: “escuché que a fin de año podría haber un partido entre ambos. Lo siento, pero si eso ocurre estaré del lado italiano”.

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