Cartas de lectores II: presencialidad y sueldo

Nuevamente es mi deber responder a las acusaciones, afirmaciones e ideas falsas que tratan de imponer por este medio sobre mi persona. Esta vez a cargo del docente Ponce. En primer lugar debo aclararle a este señor que no hablo, ni me arrogo ningún tipo de representación de la docencia tucumana. Solo hago uso de derechos individuales constitucionales, tales como expresar mi pensamiento, peticionar ante las autoridades, o publicar mis ideas, dentro de un concepto personal totalmente contrario al pensamiento unitario de poder que poseen quienes dirigen hoy ATEP, que los hace creer que son los únicos que pueden hacer uso de esos derechos. Como si fuera por designio divino. En segundo lugar reitero lo que ya expresé: hoy la mayoría de los docentes se encuentra por debajo de la línea de pobreza. Esto a causa de que entre septiembre de 2019 y diciembre de 2020 la docencia tucumana perdió un 33,11% frente a la inflación, aun habiéndose blanqueado un 20%, y a que para el presente año se firmó un paupérrimo aumento, de un 30% (15% en marzo y 15% en septiembre) cuando hasta mayo la inflación acumulada es de más de un 21,9%, faltando todavía siete meses de inflación. Proyectando estos datos a diciembre del 2021 la pérdida será superior al 50%, a pesar de la famosa cláusula de "reunión" para el seguimiento de la variable inflación. En tercer lugar, no miento cuando digo que fue el secretario adjunto de su gremio quien manifestó públicamente que ATEP había acordado declarar ilegítimos los paros de marzo pasado, con los consiguientes descuentos, yendo en contra de los intereses de quienes ellos dicen defender. Tampoco miento cuando digo que fue el titular de ATEP quien apoyó la política de presencialidad, que costó la vida a 28 colegas (hoy ya son más), con la sorpresa vergonzosa de que este mismo dirigente salió en estos días a defender al patrón de turno, el ministro, diciendo que había respondido a todo cuando fue a dar informe ante un poder del Estado, a cuyos representantes les faltó el respeto de diversas maneras. Quiero decirles al Sr. Ponce y a quien se le ocurra en adelante poner en dudas todo lo que aquí expreso, que el pretender mostrarme como un ser ambicioso y embaucador, alejado de los intereses de los docentes, los pone a ellos en una situación lastimosa y sospechosa en cuanto a los intereses que persiguen y a los que responden. Si hay algo que yo valoro en demasía tanto para mí como para todos, es justamente, el ser una persona en la que los demás puedan creer y confiar. Sería bueno que tomen ejemplo.

Hugo Marcelo Brito

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