Un vallado que retuvo el malestar y el patriotismo

Un vallado que retuvo el malestar y el patriotismo

Casa Militar desplegó un celoso operativo, pocas veces visto, que irritó a quienes pretendían manifestarse o celebrar la Independencia.

REPROCHES. Transeúntes increparon al intendente Alfaro y a funcionarios de su equipo, quienes estaban en la plaza cuando levantaron las vallas. REPROCHES. Transeúntes increparon al intendente Alfaro y a funcionarios de su equipo, quienes estaban en la plaza cuando levantaron las vallas. LA GACETA / FOTOS DE ANALÍA JARAMILLO

En la plaza Independencia no hubo lugar para celebraciones por el 205° aniversario del acontecimiento que le da origen a su nombre. El renovado paseo no tuvo el calor ni color de otros 9 de Julio. Estuvo vacía durante los actos oficiales. Y no fue porque nadie haya querido estar allí o por la pandemia, ya que en calle San Lorenzo hubo un nutrido cordón de militantes para saludar al presidente Alberto Fernández. La sensación que quedó fue que la Nación se apropió del acontecimiento más representativo de la provincia y excluyó -por cuestiones políticas más que de seguridad- a los dueños de casa.

Múltiples y ceñidos cinturones en todo el microcentro limitaron -irónicamente- los festejos por la libertad. No había cadenas, pero sí miles de vallas; muchas más que en años anteriores. La Casa Militar diseñó un celoso esquema de amplios cercados alrededor de la plaza y de la Casa Histórica, epicentro de los actos protocolares. Además de resguardar al Presidente y al resto de las autoridades, el operativo procuró retener las oleadas de hartazgo de algunos sectores que bullían hacia la plaza, desde el norte y el oeste. Y en esos “diques” también quedaron atrapados quienes querían celebrar la Independencia o simplemente saludar al jefe de Estado. “Está vacío, se ve triste”, se escuchó decir al teléfono a un vecino antes de ingresar a un una cafetería frente a la plaza.

Voces de diversos colores salieron del vallado de 24 de Septiembre y 25 de Mayo, al que pocos llegaron. Jorge, un joven de Tafí Viejo, respaldó las gestiones de Nación y Provincia y contó que el vallado no era lo que esperaba un 9 de Julio. “Tengo ilusiones de verlo y angustia por el contexto de pandemia”, dijo.

Carlos Romero y su hijo Santiago contaron que se acercaron a festejar el Día de la Independencia. “Es medio raro este festejo del 9 de Julio porque la pandemia no permite que expresemos todo nuestro sentimiento”, comentó. De todos modos, aprovechó para agradecerle al Presidente por las vacunas. “Está peleando contra un enemigo invisible. Quisiera darle fuerzas para que gestione como viene gestionando”, dijo. De un modo similar se expresó Víctor Agüero, de Banda del Río Salí. “No aflojen Presidente y gobernador (Juan Manzur). Es la pandemia, va a pasar”, manifestó.

Tres turistas de La Rioja se quejaron por no poder acceder a la zona de la Casa Histórica. “No sé por qué tanto miedo. En el día de la patria queremos participar de los actos. Es una ceremonia del pueblo, y el pueblo no existe. ¿Dónde está la independencia?”, dijeron a LG PLAY.

Los vallados se levantaron a las 13.45, momentos en que el intendente Germán Alfaro caminaba la plaza junto a dirigentes de su espacio. Allí se dieron momentos de tensión, ya que fueron insultados.

Patricia Barrionuevo lanzó criticas a todos los arcos políticos. “No puede ser que para una fecha patria como el 9 de Julio no nos permitan al pueblo manifestarse libremente o transitar. Hace dos horas que estoy detrás de una valla, en mi plaza, en mi ciudad. ¿Qué festejo están haciendo? El pueblo estuvo vallado, sin poder acceder”, dijo a este diario.

La mujer aseguró que no participó de la marcha de ruralistas. “Nosotros queríamos manifestarnos. El Presidente lo dijo: ‘si estoy haciendo las cosas mal quiero que el pueblo salga y me lo diga’. El pueblo está acá en las calles y el no lo quiere escuchar, lamentablemente es la verdad”, expresó.

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