Con tejidos y bordados, las randas cuentan historias pasadas y presentes

Con tejidos y bordados, las randas cuentan historias pasadas y presentes

A puertas cerradas, esta tarde se inaugurarán muestras de este tejido en el Centro Virla y en la Casa Histórica. Arte, diseños y artesanías.

EN PLENO MONTAJE. Las randeras de El Cercado, durante el armado de la puesta en escena de sus trabajos en una de las salas del solar histórico.  EN PLENO MONTAJE. Las randeras de El Cercado, durante el armado de la puesta en escena de sus trabajos en una de las salas del solar histórico.

Juan Acha, Néstor García Canclini, Ticio Escobar y Mirko Lauer han teorizado desde los años 70 sobre el carácter de las artesanías y han sostenido que en América Latina coexisten el arte cultural, los diseños y el arte popular, las artesanías y el arte rural.

Con esas palabras recordaban que el sistema de las bellas artes había surgido y se había establecido con las “luces de la razón”, con el iluminismo del siglo XVIII. Antes no existía una división tajante: el pujante capitalismo se atribuyó para sí “el arte” y dejó las artesanías para la Edad Media. Durante más de 1.500 años no se establecían diferencias entre artista y artesano.

El jueves se inauguró una exposición en Salta con trabajos de pueblos originarios y esta tarde llegará la muestra “Randa Testigo” al Museo Nacional de la Independencia de la Casa Histórica (en el solar patrio de Congreso 141) y a las vitrinas del reabierto Centro Cultural Virla (25 de Mayo 265).

“Me parece una gran coincidencia que se inauguren en las mismas fechas. Observo un vuelco hacia la revalorización de las técnicas artesanales olvidadas y minimizadas durante mucho tiempo. A su vez, esta revalorización está relacionada con la importancia que tienen las prácticas artísticas participativas y colaborativas en la actualidad”, responde la curadora Alejandra Mizrahi sobre la exposición que, lamentablemente, no podrá ser visitada por el público.

La randa tucumana acaba de tener su presentación en Shanghai (China) en el congreso internacional de patrimonio cultural inmaterial. Lucila Galíndez mostró el trabajo de las artesanas, informó la Cancillería nacional. La expositora es profesora en Ciencias Antropológicas, gestora cultural y encargada del Espacio Artesanal del Ente Cultural de Tucumán, y reivindicó la necesidad de proteger y poner en valor este delicado tejido de fino encaje a la aguja, cuyo origen se remonta a hace 450 años.

La muestra

“Randa Testigo” es una exhibicón que atraviesa más de un siglo. En tres salas de la Casa Histórica, hay obras de 1916; otras del patrimonio del solar histórico (tres piezas); una es del Museo Folklórico (de la década del 60); de las randeras de El Cercado, Monteros, y de Carlota Beltrame, en una versión contemporánea. Están también los trabajos de Mumora (un museo móvil con trabajos de 24 randeras y sus relatos). Mientras, en el Virla se ubicarán trabajos en las vitrinas de la entrada y en la de la Tienda.

Se ha repetido en diferentes oportunidades la clase de tejido que es la randa, a la que le dicen además “encaje de agua”. Está exhibido como único en el mundo, realizado con hilos trabajados con ramas y agujas. Su nombre viene del alemán “rand” (tramado). El pensador francés Roland Barthes amaba identificar el texto con la palabra tejido cuyo origen etimológico es similar: Texto=tejido=trama; (rand= tramado)=red. La asociación planteada puede extenderse.

Que la randa es un tejido, un texto, se pone en claro cuando Mizrahi habla de “traducción” en algunas de las obras.

En Buenos Aires

“Randa Testigo” se expuso el año pasado en el Museo del Traje de Buenos Aires, y con algunos agregados llega a esta provincia; el guión curatorial aborda tres dimensiones que proponen un orden de las randas; corporalidades, materialidades y hábitats.

Cuellos, tapetes y puntillas ponen en evidencia allí la relación entre diseño, arte y artesanías; “son proyectos que venimos desarrollando hace unos años”, cuenta Mizrahi.

Cuando se pueda ingresar a visitar la muestra, se podrán escuchar voces, relatos y palabras alusivas a la confección de cada pieza.

DEL PATRIMONIO. Estos trabajos son de 1916 y no están  expuestos. DEL PATRIMONIO. Estos trabajos son de 1916 y no están expuestos.

Las randeras que exponen son, entre otras, Claudia Aybar, Agustina Sosa, Ana Belén Costilla Ariza, Marcela Sueldo, Ana María Toledo, Anice Ariza, Antonia Ariza, Cristina Costilla, Elva Aybar, Elba Sosa, Gabriela Belmonte, Tatiana Belmonte, Giselle Paz, Johana Elizabeth Pacheco y Johana Patricia Torres.

En cuanto a “Revés de trama” , la propuesta de Beltrame (quien hace un par de años ganó el primer premio del Salón Nacional con “Utopía”), es una obra que está relacionada con la operación de traducción a randa de pintadas y logos. “(La artista) ya venía trabajando con la ‘Utopia’, pero en este caso, se focaliza en una pintada que realiza la agrupación Montoneros en la Casa Histórica”, precisa la curadora.

La artista partió de una vieja fotografía de LA GACETA de febrero de 1971, cuando el grupo insurgente ocupó parte del solar.

Un poco de historia

Revisando un poco el pasado, diferentes estudios indican que la randa es una técnica instalada durante el período colonial en territorio americano. Llegó con la fundación de Ibatín en 1565, y allí se sigue tejiendo desde hace cinco siglos. Las damas castellanas que allí se afincaron, traían entre sus habilidades las labores de los encajes a la aguja que supieron transmitir.

“Es una malla tejida y bordada Sus redes testifican un modo de estar en el mundo y le dan una presencia particular a la comunidad que la mantiene viva. De la familia de los encajes a la aguja, traslúcida, abierta y permeable, anuda cuerpos de múltiples tiempos”, se puede leer en algunos portales del Ente de Turismo.

Es que esta antigua producción se ha expresado igualmente en el llamado turismo cultural, y a través de él se llega a su comercialización.

Ni la Casa Histórica ni el Virla tienen autorizaciones del COE para realizar exposiciones a público. Serán inauguraciones a puertas cerradas, pero curiosamente, en este último espacio, el público podrá transcurrir para otras actividades del Julio Cultural (inevitablemente pasará por las exposición de las randas, sin detenerse). El Virla anunció que su muestra estará expuesta hasta noviembre.

Entre tejidos

“Cada tejedora confecciona la red a su modo, dejando en la randa sus propias marcas y huellas. En una dimensión performativa, cuerpo, repetición, gesto y temporalidad son elementos del lenguaje textil, articulados por sus manos que tejen. Al conformar redes materiales e inmateriales, las randeras de El Cercado cuentan historias, construyen sentido y generan relatos”, se puede leer en el texto del catálogo.

La randa, el entramado de las tejedoras, los bordados que construyen y dibujan sus textos ya integran el arte textil; con sus particularidades, claro está.

Tal vez sea el nombre que encuentre arte, diseño y artesanías. como producción artística.

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