Monseñor Sánchez: "muchos argentinos no claudicaron ante tanto dolor, sufrimiento y muerte"

Monseñor Sánchez: "muchos argentinos no claudicaron ante tanto dolor, sufrimiento y muerte"

La homilía de la máxima autoridad de la iglesia en Tucumán fue seguida por el gobernador y el vicegobernador de manera remota debido a la pandemia.

09 Julio 2021

En el Tedeum en la Iglesia Catedral, Monseñor Carlos Sánchez, se refirió en esta fecha patria a las consecuencias de la pandemia y los efectos que generó en la sociedad.

"Un modo eficaz de licuar la conciencia histórica, el pensamiento crítico, la lucha por la justicia y los caminos de integración es vaciar de sentido o manipular las grandes palabras -dijo Sánchez-. ¿Qué significan hoy algunas expresiones como democracia, libertad, justicia, unidad? Han sido manoseadas y desfiguradas para utilizarlas como instrumento de dominación, como títulos vacíos de contenido que pueden servir para justificar cualquier acción", agregó.

"La forma de dominar es sembrando desconfianza, desesperanza, negando el derecho a existir, a opinar e imponiéndose con la agresión y la división. No hay proyectos a largo plazo pensando en el bien común, sino recetas inmediatistas que destruyen. ¿Somos un pueblo independiente? ¿Qué es lo nos domina y no nos deja crecer en fraternidad?", se preguntó.

El gobernador, Juan Manzur, escucha el mensaje de monseñor Carlos Sánchez. El gobernador, Juan Manzur, escucha el mensaje de monseñor Carlos Sánchez. FOTO LA GACETA / Analía Jaramillo.

El mensaje de la iglesia fue seguido por el gobernador, Juan Manzur, de manera virtual desde la Casa de Gobierno. La pandemia obligó a mantener esta modalidad como manera preventiva. Lo mismo sucedió con el vicegobernador, Osvaldo Jaldo, quien escuchó las palabras de Monseñor Sánchez desde su despacho en la presidencia de la Legislatura.

Adaptación y creatividad

La máxima autoridad de la iglesia en Tucumán remarcó que la pandemia dejó en evidencia las mequindades, el atropello y la injusticia. Sin embargo, también mostró el otro lado. "Han salido a la luz muchos argentinos que se han jugado la vida y la siguen gastando en los diversos servicios esenciales. Cuántos se han reinventado y han hecho esfuerzos de adaptación y, con creatividad generosa, no claudicaron ante tanto dolor, sufrimiento y muerte", afirmó.

El vicegobernador, Osvaldo Jaldo, escuchó el mensaje de la Iglesia. El vicegobernador, Osvaldo Jaldo, escuchó el mensaje de la Iglesia. FOTO Gentileza Prensa de la Legislatura.

"Hemos descubierto más evidentemente que necesitamos del otro y que el otro necesita de nosotros. Caminemos juntos por una Patria de hermanos, como hijos de esta misma tierra que nos cobija a todos, cada uno con la riqueza de su fe y de sus convicciones, de sus capacidades y potencialidades", resaltó.

La fuerza del amor

"La Palabra de Dios nos dice hoy que estamos llamados a vivir en libertad …mantengámonos firmes para no caer de nuevo bajo el yugo de la esclavitud. Y que esa libertad no sea pretexto para satisfacer los deseos carnales… sino que seamos servidores unos de otros, por medio del amor. Es la fuerza del amor lo que nos libera, la verdad que nos hace libres", insistió.

"Ya tenemos pruebas de sobra de todo el bien que somos capaces de realizar, pero, al mismo tiempo, tenemos que reconocer la capacidad de destrucción que hay en nosotros -afirmó Sánchez-. El individualismo indiferente y despiadado en el que hemos caído, ¿no es también resultado de la pereza para buscar los valores más altos, que vayan más allá de las necesidades circunstanciales? Al relativismo se suma el riesgo de que el poderoso o el más hábil termine imponiendo una supuesta verdad. En cambio, «ante las normas morales que prohíben el mal intrínseco no hay privilegios ni excepciones para nadie", advirtió.

El diálogo

En otro tramo de su mensaje, Sánchez habló sobre la necesidad de recuperar los puentes de comunicación. "El diálogo no es monologo disfrazado de debate que responde a intereses particulares, y no al bien común", remarcó.

"Dialogar” es: Acercarse, expresarse, escucharse, mirarse, conocerse, tratar de comprenderse, buscar puntos de contacto. Qué sería el mundo sin ese diálogo paciente de tantas personas generosas que han mantenido unidas a familias y a comunidades -dijo-. El diálogo persistente y corajudo ayuda discretamente al mundo a vivir mejor. «Entre la indiferencia egoísta y la protesta violenta, siempre hay una opción posible: el diálogo. Es necesario el diálogo entre las generaciones, en el pueblo, esa capacidad de dar y recibir, permaneciendo abiertos a la verdad", aseguró.

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