Algunos colegios de Tucumán evalúan dar clases los sábados

Algunos colegios de Tucumán evalúan dar clases los sábados

La morosidad en las cuotas sobrepasa el 30%, afirmó el presidente de Asipet.

CADA VEZ MÁS PRESENCIALIDAD. Las instituciones privadas presentaron ante el COE sus proyectos para aumentar a cuatro días la presencia de los alumnos en las aulas a partir del regreso del receso invernal. CADA VEZ MÁS PRESENCIALIDAD. Las instituciones privadas presentaron ante el COE sus proyectos para aumentar a cuatro días la presencia de los alumnos en las aulas a partir del regreso del receso invernal. LA GACETA / FOTO DE INÉS QUINTEROS ORIO

La gran mayoría de los colegios privados ya presentó al COE sus proyectos de protocolo para extender a cuatro días la presencialidad. Esto se pondrá en práctica en la segunda parte del año, después del receso invernal que comienza el 9 de Julio. Pero que vuelvan las clases a una semi normalidad no basta, ni por asomo, para recuperar los aprendizajes perdidos. Por eso muchos establecimientos privados ya están pensando en la posibilidad de sumar un día más de clases a la semana.

“No hay nada definido todavía. Solamente estamos charlando con los padres y los docentes para ver qué alternativas podríamos manejar para recuperar algo de lo perdido con tanta virtualidad los días sábados”, cuenta el presidente de la Asociación de Instituciones Privadas Educativas Tucumán (Asipet), Alberto Escaño. “Por ahora es una conversación que estamos teniendo dentro de cada institución. Muchos padres apoyan la idea, como también los docentes tienen muy buena predisposición en colaborar con esta posibilidad. Lógicamente habrá que ver quiénes pueden y quiénes no. Además tampoco sería para todas las materias, sino solamente para algunas, se haría una selección. Habría que ver en qué horarios y qué materias”, señala el directivo.

Escaño aclara que los proyectos serían muy bien estudiados para no tener planteos gremiales.

Las razones de extender las clases a los sábados responde a la necesidad de recuperar contenidos perdidos por la presencialidad, avanzar en los programas escolares y, sobre todo, ayudar a los alumnos en las dificultades planteadas a partir de la virtualidad.

Morosidad en las cuotas

Un tema que desvela a los colegios privados es la alta morosidad en el pago de las cuotas. “Tenemos un 30% seguro y en algunos colegios es un poco más, el 40%”, reconoce Escaño. El factor económico es la causa principal de los retrasos. El año pasado esta cuestión alcanzó un pico del 60% en plena cuarentena. A los colegios no les queda otra alternativa que contemplar la situación de cada familia y dar formas de pago para que los padres puedan ponerse al día. La pérdida de un alumno es un impacto muy fuerte para un colegio, que generalmente recibe a los hermanos. Pero también para la familia es un cimbronazo tener que alejar a un chico de sus compañeros. “El padre se desespera por mantener a su hijo en el colegio que ha elegido por su ideario”, agrega Escaño.

Menos matrícula

A pesar del empeño de las instituciones en retener a sus alumnos, ya sea mediante el mantenimiento de sus edificios, el celo en los protocolos sanitarios o los servicios educativos, la cuestión económica es determinante en la movilidad de la matrícula: el paso de alumnos de la escuela privada a la pública y de colegios más caros a otros más económicos es un clásico en los tiempos de crisis. Escaño calcula que entre 2020 y 2021 hubo entre un 10% y un 15% menos de alumnos en los colegios privados.

El secretario general de Sadop, Bernardo Beltrán, advierte que hay colegios que tuvieron que cerrar divisiones por falta de alumnos. Pero lo que es peor “algunos docentes quedaron sin trabajo porque no los volvieron a contratar por la disminución de matrícula”.

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