Se frustró la venta de Garbarino y 3.800 empleados temen perder su trabajo

Se frustró la venta de Garbarino y 3.800 empleados temen perder su trabajo

La empresa está endeudada y ya cerraron varias sucursales en todo el país.

Se frustró la venta de Garbarino y 3.800 empleados temen perder su trabajo FOTO/LA GACETA DE LANÚS
05 Julio 2021

La situación de los empleados que tiene Garbarino en todo el país es cada vez más complicada. Los cierres de sucursales son una constante y la mayor firma de electrodomésticos adeuda sueldos.

La empresa había sido comprada el año pasado por Carlos Rosales, dueño del grupo asegurador Prof, actual dirigente de San Lorenzo y ex funcionario bonaerense durante la gobernación de Daniel Scioli. Y a pesar de que logró una reestructuración con los bancos acreedores que financiaron unos $ 4.000 millones, lo que sería la deuda total de la firma, con proveedores y otros, la suma ascendería a unos $15.000 millones. 

En paralelo, la compañía tiene paradas desde hace 45 días sus plantas de Tierra del Fuego -que maneja bajo la marca Digital Fueguina- por una medida gremial. El Grupo Garbarino, integrado por la cadena de electrodomésticos e informática (Compumundo), las fábricas del Sur y sus negocios financieros y de viajes, suman un total de 3.800 empleados.

El empresario Facundo Prado, presidente de la operadora de televisión por cable e internet Supercanal Arlink y CEO de la empresa Centrocard, estaba interesado en comprar la firma. Había acordado con Rosales una negociación con términos reservados y quería quedarse con el total de la cadena. Pero -según publicó Infobae- allegados al actual dueño aseguran que él “solo busca nuevos socios o inversores, no salir de la cadena”. Como sea, el entorno del titular de Supercanal da por cerrado el trato. Lo mismo había pasado meses atrás con otros interesados, como Inverlat, el fondo de inversión dueño de Havanna y otras marcas.

“Estamos afuera porque venció el tiempo de aprobación de nuestra propuesta y fue rechazada. Estiraron todo y, a último momento, nos dijeron que no. No hubo acuerdo económico, eso es lo que pasó”, aseguraron cercanos a Prado. “No sabemos qué pasará de acá en más. Hay mucha incertidumbre porque hay casi 4.000 familias en el medio y hay que encontrar una solución. Pero con nosotros no será, seguro”, afirmaron.

Los actuales dueños de Garbarino prefieren no hablar de crisis, dicen que siguen buscando alternativas y que se trabaja sobre tres ejes para recuperarla. Primero, resolver la mora de los sueldos. Esperan recibir para hacerlo $438 millones que dicen que el Gobierno porteño les debe por retenciones indebidas de ingresos brutos. Luego, buscarán retomar la operación para revertir la caída de ventas, volver a comprar mercadería por medio de un fideicomiso (operado por un banco y administrado por un tercero) y poner en funcionamiento otra vez las plantas de Tierra del Fuego por medio de un acuerdo con otro gran fabricante con el que están negociando. Finalmente, la solución de fondo, que es reestructurar la deuda con nuevos inversores. Desde la empresa detallaron que volvieron a firmar un acuerdo de confidencialidad con “una empresa americana grande de e-commerce” para que se sume como socio. No dieron más detalles al respecto.

Hablan también de que la segunda ola impactó fuerte en la cadena y que hizo caer las ventas en un 60% en abril y 75% en mayo. “El flujo de caja se vio afectado y eso derivó en el atraso en los sueldos”, justificaron.

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