La mejor empanada, según un músico y cocinero

La mejor empanada, según un músico y cocinero

Martín Salazar, del grupo Las 4 Cuerdas, estrenará hoy un ciclo de YouTube donde difundirá la cultura gastronómica local.

DEL FOLCLORE AL HORNO DE BARRO. Martín Salazar estrena programa en YouTube dedicado a la empanada. DEL FOLCLORE AL HORNO DE BARRO. Martín Salazar estrena programa en YouTube dedicado a la empanada.

“La mejor empanada del mundo” se titula el primer programa del ciclo Publicidad Barata, que estrenará hoy a las 13 en YouTube el músico Martín Salazar, integrante del grupo Las 4 Cuerdas, quien también es cocinero por vocación. Junto al realizador audiovisual Leo Bestani, se proponen revalorizar la tradición gastronómica del Noroeste y difundirla por las redes sociales.

Comida, cultura y turismo son los aspectos que abarcará el programa, que en esta primera entrega fue filmado en Famaillá. Allí se muestra a la empanada como el plato típico, en el contexto de esa localidad histórica, así como los atractivos con que cuenta el lugar. El conductor también enseñará cómo se hace esta tradicional comida tucumana, que está considerada la mejor del país.

Salazar recordó que se encontró con la cocina cuando tenía ocho años y quedaba al cuidado de una tía. “Todas las mañanas veíamos ‘Utilísima’ y jugábamos a que cocinábamos para la tele”, dijo. Pero la primera vez que se animó a “manejar los fuegos” fue un año más tarde, cuando iban de vacaciones de invierno al pago natal de su padre, en el Chaco salteño. “Ese año hice una fogata, me robé un pedazo de carne y la hice a la parrilla -relató-. Después aprendí a manejar las hornallas de la cocina y a preparar los platos que le había visto hacer a mi mamá. Ella se sorprendió por lo bien que me salían. Me enamoré de la cocina y disfrutaba de ver que la gente probaba mis comidas y le gustaba. Es la misma retribución que siento cuando hago música”.

Tiempo después, cuando comenzó a viajar con Las 4 Cuerdas, se dio cuenta de que la gastronomía es para cada pueblo un gran componente de su cultura. “Por eso dicen que cuando uno visita un lugar y quiere probar la comida más típica tiene que ir a los mercados, donde está el folclore y se respira la cotidianidad de esa gente”, afirmó.

Su primera experiencia laboral en el rubro gastronómico fue como ayudante de un vendedor ambulante de sánguches de milanesa: el carrito del Facha, en su pueblo, Aguilares. Más recientemente, fue jefe de cocina en un restobar de esa misma ciudad. “Muchas veces intenté convertirme en ‘empresario gastronómico’ (rió), pero es difícil combinarlo con la actividad musical, porque los dos rubros tienen días y horarios similares -lamentó-. Y la verdad que hacer música es más divertido”.

El artista anticipó que próximamente emitirá en su programa un capítulo dedicado al sánguche de milanesa. “Hemos recorrido tres establecimientos épicos de Tucumán”, comentó.

Salazar no será el único músico debutante hoy con un programa de gastronomía: Javier Calamaro estrenará a las 13.30 por la pantalla de El Nueve “La cocina de los Calamaro”, con la participación de sus hijos Sacha (de sólo nueve meses) y Romeo Calamaro; su pareja Paola Montes de Oca; el chef Rodrigo Aguirre; su colega Leandro Chiappe y, como invitado especial, L-Gante. Para próximas emisiones se anunciaron las presencias de Coti Sorokin y Dani La Chepi.

“Es buenísimo reunir a las cosas que más amamos en el mismo programa y en el mismo acto: cocinar, recibir a los amigos, comer con los amigos y terminar la velada cantando”, sintetizó Calamaro en entrevista con Télam.

El artista, de 55 años, viene despuntando el vicio de cocinar en TV a partir de su participación en “Rock and Foodball” que Maxi Pardo condujo por las pantallas de América y Net TV. “En ese programa descubrí algo de mí que no sabía, que podía estar cocinando frente a una cámara, fue un antecedente. Pero la idea de esta propuesta surgió charlando de lo bueno que sería llevar a la televisión esa especie de ritual que hacemos cuando llevamos gente a casa a comer. No somos una familia muy normal que invita a los amigos. En realidad es casi como un reality, un pedazo de nuestro día, de nuestra vida en familia con alguien que llega a casa. A los invitados le preguntamos lo que queremos saber”, adelantó..

Calamaro aprendió a cocinar de su mamá Esther, a los 11 años: “me pasó la receta del guiso de lentejas, que me volvía loco. Lo que yo preparo tiene que ver con los viajes que hice en mi vida desde hace 30 años”.

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