“La suba de los abonos es un duro golpe a los usuarios”

El incremento en los abonos sociales fue leído como un duro golpe al bolsillo de quienes dependen del transporte público para trabajar.

“Tiene un impacto tremendo a las previsiones que cada trabajadora y trabajador hace cada mes para poder trasladarse. Afecta duramente a la economía familiar y vuelve a dejar en claro que quienes viajan en colectivo, las usuarias y usuarios que dependen del transporte público, estamos afuera de toda discusión del servicio”, planteó Miguel Paz, presidente de la Unión de Usuarios y Consumidores.

Hace dos semanas que viajar en los colectivos de San Miguel de Tucumán es más caro: el Concejo Deliberante de la capital concedió un incremento del 50%, llevando el valor del boleto en las líneas urbanas de $ 30 a $ 45. La suba también alcanzó a los abonos sociales, aunque en un porcentaje bastante superior: el 105%, es decir, aumentó más del doble.

De esta manera, se redujo el beneficio que se alcanzaba comprando los abonos por 22, 44 y 88 viajes, afectando a trabajadores y usuarios que utilizan con mucha frecuencia los colectivos urbanos, como por ejemplo, empleados de comercio.

Paz insistió en que los usuarios no son consultados a la hora de analizar cambios en el sistema de transporte. “Hace tiempo que denunciamos que el transporte público está en crisis. Lamentablemente vemos como concejales, legisladores y funcionarios no se ponen de acuerdo para llegar a una solución de fondo. En el mientras tanto, siguen parchando con subsidios. El conflicto entre la patronal y los trabajadores sigue, y lo padecen los usuarios. Eso sí, siempre hay consenso para otorgar subas de tarifas”, planteó.

Sesión en el Concejo

El incremento en la tarifa fue aprobado por unanimidad en la última sesión del Concejo de la capital, gracias al voto de Ernesto Nagle, José Luis Coronel, David Mizrahi, Sara Assán, Emiliano Vargas Aignasse, Gonzalo Carrillo Leito (peronistas del bloque Lealtad Peronista); Alejandro Figueroa (del jaldismo); Cristian Petersen, Rodolfo “Johnny” Ávila, Agustín Romano Norri, José “Lucho” Argañaraz (del alfarismo); Eduardo Verón Guerra, Liliana Leiva, Belén Espinosa y Ramiro Ortega (de Fuerza Republicana). Estuvieron ausentes con permiso los alfarisas Daniel Alfaro y Sandra Miranda.

La misma ordenanza que aumentó el boleto a $ 45 -alcanzando una suba del 50%- actualizó también las cifras del abono social. El abono social por 22 viajes pasó a costar $ 814; los 44 viajes, $ 1.628 y los 88 viajes se elevaron hasta los $ 3.256. Es decir, que cada viaje con el abono, en vez de pagarse a $ 45, se abona a $ 37. Se trata de un ahorro de apenas $ 8 ó del 17,7%, bastante menor que el descuento del 40% con la tarifa anterior. Como el viaje con abono social aumentó de $ 18 a $ 37, el incremento alcanzó el 105% (aumentó $ 19).

“Antes había casi un 40% de ahorro viajando con los abonos, entonces quienes dependían mucho del transporte público para trabajar, para realizar tareas de cuidado o de acompañamiento, tenían una posibilidad más barata trasladarse. Ahora, eso se ha licuado, ha caído”, continuó Paz. Y agregó: “es un golpe fuerte, lo único que produce es que la gente ante cada conflicto y las subas de tarifa opte por toros medios, busque manejarse en moto, busque otras opciones. Así también han surgido reacciones, como el servicio de transporte municipal con un boleto a $ 20 en Tafí Viejo, por ejemplo”.

Paz insistió en que con el transporte público debe ocurrir como con los demás servicios: que las actualizaciones de tarifa o medidas a implementar se realicen mediante una audiencia pública. “Es claro que el modelo de concesión debe modificarse, hay subsidios por todos lados para tapar sus errores. Creemos que deben cambiar el sistema de transporte, una alternativa es el modelo salteño, pero se debe garantizar el transporte publico para la población. Y la opinión de los usuarios al menos debe ser escuchada”, finalizó.