29 Junio 2021
A la falta de vacunas, la economía paralizada, la inseguridad, y la corrupción, se suma la noticia que Argentina dejó de ser mercado emergente. Esta decisión supone un empeoramiento de las condiciones para acceder al financiamiento privado. Con lo cual desaparecimos del mapa, nos caímos del mundo, y no existimos para ningún inversor externo. Si las commodities siguen cayendo, no sé de dónde vamos a sacar dólares. Lo sanitario, lo económico, la política exterior, todo mal. ¿Estaremos yendo al infierno? La inflación nos agobia, al son de la maquinita de hacer billetes. Las empresas argentinas valen cada vez menos, sin seguridad jurídica y sin inversión. El gobierno está fuera del mundo, y también fuera de la gente. Y está haciendo contabilidad creativa: llegarán las vacunas oportunamente porque la fórmula será: una vacuna, un voto. Si no despertamos, estas pequeñas dosis diarias de populismo nos llevarán al autoritarismo para siempre, con un pueblo en la miseria y esclavitud, opositores perseguidos y encarcelados, y una casta de políticos y sindicalistas viviendo en la opulencia. Nos están debilitando la economía, la salud, la educación, la seguridad, y la democracia cada día más devaluada. Nos estamos jugando la libertad. Mientras en el mundo exitoso hay ejemplos admirables como Angela Merkel, que se retiró después de haber dirigido a 80 millones de alemanes durante 18 años con competencia, habilidad, dedicación y humildad. Millones de ciudadanos aplaudieron a esta gran mujer que es un ejemplo de lo que debe ser un político honrado y eficaz. Debería servir de enseñanza a nuestros políticos y a nuestro pueblo para aclarar ideas y ver que es posible ser honrado y eficaz. Pero necesitamos una oposición sólida y unida, y como Esteban Bullrich muy bien expresó recientemente: "Durante mucho tiempo hemos hablado de equipo, ha llegado el momento de actuar como uno. No es momento para que el ego prime en nuestras decisiones, es momento de la amnistía a los viejos rencores, teniendo como Norte inconfundible el pedido de una sociedad que sufrió demasiado". En definitiva, debe ser nuestro objetivo ganar las próximas elecciones con el margen necesario para tener mayoría propia en diputados, y terminar con este sistema perverso.
José Manuel García González
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