25 Junio 2021
En este año y medio de pandemia, se ha visto una súbita reducción en las consultas y en los tratamientos de fertilidad. Especialmente al principio, el miedo al contagio y las dificultades para salir de casa (como con muchas otros problemas de salud) podían explicar la situación. Pero, esa claramente se ha revertido, y sin embargo las consultas no se han recuperado.
No es una cuestión menor, porque en cuestiones de fertilidad el tiempo es fundamental, y las postergaciones pueden complicar las opciones de éxito. Y una de las razones según denuncian profesionales y organizaciones civiles, es que, a pesar de que los tratamientos están garantizados por ley, con la pandemia se agudizaron las habituales tensiones con las obras sociales.
Isabel Rolando, expresidenta y cofundadora de la asociación civil Concebir, describe así la situación: “realizamos una encuesta, y los datos indican que unas de las trabas es que las obras sociales y/o empresas de medicina prepaga están retrasando las autorizaciones para recomenzar o iniciar los tratamientos, implícitos en la Ley de Cobertura 26862 sancionada en junio de 2013”. “Las normas internas o las decisiones de cada institución no pueden impedir ni vulnerar el ejercicio de un derecho garantizado por la ley, ni siquiera durante la emergencia sanitaria por la covid-19”, agrega Rolando.
Por su parte, especialistas de la Asociación Latinoamericana de Medicina Reproductiva (Almer)- afirman que muchos de los “no” de obras sociales y prepagas se escudan en la pandemia, concretamente en el concepto de “tratamiento impostergable”, como excusa.
“Y la última recomendación del Ministerio de Salud avala los tratamientos ‘impostergables’. La pregunta es ¿quién define cuáles conforman estos casos?: ¿el Estado, las clínicas de fertilidad, los médicos? Claramente, cada paciente debe decidir, con la adecuada información, si quiere postergar o no su tratamiento”, advierte Sergio Papier, presidente del Comité Ejecutivo de Almer.
¿Por casa cómo vamos?
En Tucumán los tratamientos están disponibles gratuitamente en el sistema público de salud para quienes no tienen obra social.
“Y la ley se está cumpliendo -asegura Federico Bonilla, especialista en embriología y director del Laboratorio de Baja y Alta complejidad del Servicio de Medicina Reproductiva de la Maternidad, pero trabaja también en el ámbito privado. “Con las obras sociales a veces hay que hacer un trabajo fuerte; presentar las carpetas y seguirlas de cerca, e insistir... a veces es un gran esfuerzo, pero los tratamientos salen. En Tucumán en general ley se cumple”, añade.
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