Adelgazar en pandemia: ¿funcionan los “polvos mágicos”?

Adelgazar en pandemia: ¿funcionan los “polvos mágicos”?

Nutricionistas brindan su opinión sobre los suplementos para adelgazar que promocionan los famosos en la televisión.

MACA ANDINA MACA ANDINA

“Desde que descubrí esto como toda la pizza, papas fritas y pasta que quiero sin miedo a aumentar unos kilos”, “Ahora soy capaz de disfrutar de mis antojos cuando salgo de paseo o me invitan a comer fuera” “con este truquito puedo llenar el plato sin culpas”...

Durante los últimos meses, los discursos de este tipo han empapado los programas de chimentos argentinos. Luego del PNT, en escena aparece un pequeño empaque con polvitos que prometen inhibir la absorción de hidratos de carbono y ayudarnos a controlar el peso corporal. ¿Acaso es esta la panacea para los fanáticos del fast food o una nueva alerta sobre las tendencias de consumo?

“Resulta increíble como desde el inicio de la pandemia aumentó el uso de pastillas, batidos y polvos de venta libre para el descenso de peso o el control del apetito. El problema aparece porque la gente suele buscarlos para remediar rápidamente sus excesos alimenticios o los cambios que sufrieron al readaptar sus rutinas”, afirma la nutricionista Rosalía Cañas.

Según un comparativo con el 2019, la Confederación Farmacéutica Argentina (COFA) registró que las ventas de productos catalogados bajo “formulaciones dietéticas” aumentaron un 198 % durante el primer año de confinamiento y este registro se mantiene hasta la fecha.

Para los especialistas en Nutrición la fascinación que causan los suplementos alimentarios (sin recetas) no es nueva, pero queda agigantada con el valor que se le da a las voces de figuras del espectáculo o a los influencers en las redes sociales.

“El resultado es que circulen un montón de mensajes erróneos o se entienda a la alimentación dentro de la esfera de los tips, los remedios caseros y el conocimiento popular de Google. Esto lleva a una amenaza para la salud porque las consultas médicas quedan relegadas y se desvaloriza el conocimiento profesional ante la popularidad de un perfil en Instagram o el ranking de un teleshow”, agrega.

La otra cuestión es la influencia de los pensamientos mágicos y los ideales aspiracionales de belleza que se ven reflejados en quienes comparten sus testimonios. “Para empezar, son pocos los suplementos tienen una evidencia científica que los respalde o, de generar beneficios, son demasiado pequeños para justificar su ingesta. Incluso algunos acaban por ser peligrosos para el organismo dado que desconocemos sus efectos a largo plazo. Por detrás siempre hay mucho marketing y ganancias excesivas”, afirma el nutricionista Juan Manuel Lobo.

Ficha técnica

Frecuentemente endemoniados al hablar de dietas, los hidratos de carbonos cumplen su propia función nutricional.

“Para ser claros, lo que hacen estos polvos tan de moda es actuar sobre la amilasa, una enzima que interviene en la degradación de los carbohidratos. Sin embargo, la ingesta de ellos es la principal fuente de energía del cuerpo y un combustible para la actividad física. Tildarlos de malos es ver sólo una cara de la moneda porque hasta las frutas los traen”, explica la médica Guadalupe Lattour.

Por otra parte, Cañas advierte que recurrir a métodos para frenar su absorción puede traer graves consecuencias. Por ejemplo, con inflamación del tracto digestivo, variaciones en la flora bacteriana o dolor.

“Los macronutrientes (incluidos los hidratos de carbono) son necesarios para el ser humano. Por supuesto, su consumo excesivo es desaconsejable para la población en general, pero al cuidar la cantidad y sumar aquellos ricos en fibras y con menos azúcares (sean con verduras, legumbres, semillas y/o cereales integrales) no vamos a requerir ningún producto fuera de la alimentación habitual”, asegura Lobo.

El reseteo

Antes que recurrir a pócimas envasadas o frascos para espolvorear sobre el menú, cualquier intento de equilibrar el peso debe apostar por la reeducación. Lo primero: descartar los pensamientos sobre alimentos prohibidos o permitidos y los términos bélicos de comida buena y mala.

Después, el consejo es desterrar la idea de que existen caminos fáciles y resultados instantáneos (una recurrente en los eslóganes de los suplementos). “Otra cuestión es comprender que el concepto de alimento saludable no es sinónimo de bajo en calorías. Hay muchos alimentos con un aporte nutricional interesante que son altos en calorías si no se consumen en porciones acordes. Entre ellos tenemos los frutos secos, los mixes de cereales, la mantequilla de maní o el coco rallado”, detalla Lobo.

Almuerzo en polvo

Con una perspectiva opuesta, la presentación de superalimentos pulverizados también se volvió popular. ¿Es recomendable elegir este formato? “Al resultar rápidos de sumar en la cocina los alimentos en polvo son ideales para equilibrar los valores nutricionales y subsanar falencias”, describe Lattour.

No obstante, continúa siendo fundamental que los pida un profesional. “Nuestro cuerpo puede no tener carencias de vitaminas o requerir de medicamentos antes que de un cambio de ingredientes en el plato”, acota la médica.

Su aplicación puede ser en cualquier bebida (jugos, batidos, café o té), sopa, salsa o ensaladas.

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