Íngrid Betancourt se reencontró con los ex líderes de las FARC que la tuvieron secuestrada

Íngrid Betancourt se reencontró con los ex líderes de las FARC que la tuvieron secuestrada

Fue l marco de los encuentros pactados por la llamada Comisión de la Verdad.

INGRID BETANCOURT. ARCHIVO INGRID BETANCOURT. ARCHIVO FOTO/REUTERS
23 Junio 2021

La ex candidata presidencial colombiana Íngrid Betancourt valoró hoy el encuentro que tuvo con ex líderes de las FARC, organización que la tuvo seis años secuestrada, como “una forma de decirle al país que la guerra es un fracaso” y que el conflicto “solo sirvió para que nada cambie”.

"El valor de este encuentro reside en que quienes actuaron como señores de la guerra y quienes los padecimos nos levantamos al unísono ante Colombia para decirle al país que la guerra es un fracaso, que solo ha servido para que nada cambie y para seguir postergando el futuro de nuestra juventud", sostuvo la ex candidata presidencial.

Betancourt se vio por primera vez cara a cara con los ex jefes de la guerrilla en el marco de los encuentros pactados por la llamada Comisión de la Verdad, y en nombre de las FARC habló su máximo jefe, Rodrigo Londoño, alias Timochenko.

En las tres horas del evento, Betancourt reflexionó sobre el encuentro y la posibilidad de que víctimas y victimarios participen de un acto de reconciliación.

Aun así, dijo que le llamaba la atención que “de este lado del escenario” todos lloraron y, en cambio, “del otro lado no haya habido una sola lágrima", en referencia al sector en el que estaban los comandantes insurgentes.

Señalando al ex combatiente Abelardo Caicedo le reprochó que “hubiera querido oírlo decir si usted secuestró a alguien, decir si usted dio la orden de que mataran a alguien", y a Pedro Trujillo, quien dijo que observaba con vergüenza las acciones cometidas, le preguntó: "¿es una vergüenza porque la sociedad les está reclamando por lo que hicieron o es la vergüenza del alma?".

A Carlos Antonio Lozada, en tanto, le señaló que “quería oírlo hablar desde su corazón, no desde la política”, y a Timochenko le agradeció el esfuerzo de reconocer el crimen, pero lo interrogó acerca de “cómo van a reparar a las víctimas”.

En línea con otros pronunciamientos anteriores, Lodoño admitió que “muchas personas secuestradas fueron sometidas a tratos indignos de su condición humana, padecieron agresiones físicas y morales que aumentaron innecesariamente su sufrimiento”.

También que "un alto número de las víctimas de secuestro terminaron perdiendo su vida hallándose en nuestras manos, y lo que es peor, sepultadas en algún lugar de la geografía rural, que dadas las circunstancias de la confrontación armada, resulta hoy difícil de determinar con precisión", dijo.

Londoño expresó su esperanza en que quienes estuvieron secuestrados “alguna vez puedan perdonar el incalificable daño infligido".

"También extendemos nuestra petición de perdón a la sociedad colombiana, a todos esos hombres y mujeres afectados de uno u otro modo por la incertidumbre y la zozobra que generó la aborrecible conducta que practicamos por décadas, a los extranjeros y extranjeras que padecieron miedo o intranquilidad en el suelo de Colombia como consecuencia de esa misma práctica; nada puede explicar ni justificar su dolor”, insistió.

En su intervención, Betancourt afirmó que la reconciliación es una palabra que pesa mucho y el camino hacia ella "pasa por una búsqueda de redención por parte de los victimarios", por lo que para llegar a la paz se necesita un cambio profundo de "la relación con el otro".

La dirigente resaltó la labor de Francisco de Roux al frente de la Comisión y destacó especialmente que "trató de reparar sin descanso la trama rota del sentir colectivo y nos cogió de la mano para prepararnos a oír a quienes fueron nuestros verdugos, para que al hacerlo accedamos a una nueva humanidad", reportaron los diarios locales El Tiempo y El Nuevo Siglo.

De la jornada también participaron Alan Jara, ex gobernador del departamento del Meta; Luis Eladio Pérez, ex senador del Partido Liberal; y el ex militar Jhon Frank Pinchao, quienes estuvieron en cautiverio con Betancourt.

La ex postulante fue secuestrada cuando estaba en carrera por la Presidencia, en febrero de 2002, en el municipio de San Vicente del Caguán, en el departamento sureño de Caquetá, junto a la dirigente Clara Rojas, en un viaje de campaña.

Estuvo seis años en poder de la guerrilla, en la selva, y fue rescatada por el Ejército en 2008, junto a otros 14 secuestrados. (Télam)

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