La Bandera de San Francisco, un Tesoro escondido

La segunda del país.

BANDERA. Se conserva en San Francisco. BANDERA. Se conserva en San Francisco.
19 Junio 2021

Fray marcos Porta

Guardián del convento de Santiago del Estero

La Bandera de la iglesia San Francisco de Tucumán es la más antigua que se tenga en la actualidad. Es la primera en confeccionarse en Tucumán y la segunda del país, después de la que el General Manuel Belgrano enarboló a la vera del río Paraná,  el 27 de febrero de 1812.

El historiador Fray Luis Cano ofm escribió detallada y documentadamente en su estudio  “La Primera Bandera Argentina de Tucumán”: “En la Escuela se ha puesto una Bandera de tafetán celeste y blanco con sus borlas de lo mismo y otra dos cintas de más de cuatro dedos de ancho, una blanca y otra celeste que penden de la lanza, ésta es de lata, con su asta de dos varas y tres cuartas, que la costeó el gobierno el Gobierno para los paseos del los jueves por la Plaza y otras actividades que se hagan por orden de Gobierno”.

El  estudio afirma que la mandó confeccionar (y posiblemente lo haya hecho a pedido de los franciscanos), el que fuera en esos años síndico del convento san Francisco. miembro del Cabildo y luego en 1814, primer Gobernador de Tucumán, Don  Bernabé Araóz.

Esta Bandera no sólo es importante para los tucumanos, sino para todo argentino que dimensione su pasado y pueda educar a las próximas generaciones con el patrimonio palpable. Su restauración y conservación finalizó en 2016.

Llevó más de cuatro años todo el proceso de “desenvolver”, “desenterrar” el tesoro, esta Bandera  que estaba en la pared lateral del presbiterio de la iglesia.   Hoy en perspectiva puedo “poner en valor” lo que se hizo, lo que hicieron la especialista en Conservación de Textiles, Olga Sulca y la conservadora y restauradora de Obras de Arte, Cecilia E. Barrionuevo.

Somos testigos de que la Bandera Histórica “franciscana” ha franqueado más de 200 años de historia en medio de tanto desconocimiento del gran público. Donde se entrecruzan diferentes motivos entre los franciscanos mismos. Como por ejemplo las múltiples ocupaciones que asumían los frailes, entre ellas la misma Escuela San Francisco y no se dieran tiempo para poner la mirada en estas reliquias. Por ello también es probable que muchísimos de los mismos alumnos o algunos docentes de la Escuela San Francisco no supieran o no hayan visitado este “tesoro escondido”, aún “estando a mano”.

Así fueron pasando los años y llegó un momento en que esa Bandera que sirvió de inspiración para luchar por la libertad a tantos que dieron su vida en las batallas de la Independencia quedó colgada en una pared. Desde que se declara Monumento Histórico Nacional la Iglesia de San francisco (año 1964) se la puso como testimonio de ello en ese lugar. Hasta que Fray Miguel Schell - sacristán por casi 40 años- tuvo compasión de hacer colocar en los años 80 una breve reseña de lo que era ese cuadro, que ya mostraba una tela desteñida en su interior y que nadie se percatara de su existencia. Agregó, al lado, una breve reseña histórica, para el turismo. Fue también, Fr. Miguel el que se encargó de que se visibilizara con un cartel la Sala Histórica, al lado del altar donde se encontraban los muebles históricos que se prestaran al Congreso de 1816.    Guardados, sin mayor trascendencia, en un templo de cuyo techo caía polvillo durante décadas. Décadas esperando la restauración de la iglesia, hasta que finalmente se inició en 2008. A Fray Miguel Schell, un simple sacristán sin responsabilidades de decisiones mayores, le debemos reconocer el cuidado y celosa guarda de tan valioso patrimonio que se conserva en el templo.

Transcurrió el tiempo y nuestra Bandera iba poco a poco “degenerándose”. Tal cual su significado; su género se estropeaba irremediablemente en gran parte. En 2012, en ocasión de la celebración de la Bandera de Macha, LA GACETA da visibilidad a esta enseña.

Actualmente el templo se encuentra cerrado desde agosto de 2018, cuando Defensa Civil del Municipio decidió clausurar la iglesia por su estado edilicio. La restauración continuará en el templo, pero es una verdadera pena para todo el pueblo tucumano que este tesoro, la Bandera de San Francisco, caiga en el olvido. Después de tan largo camino que tuvo que atravesar para hacerse visible es de lamentar que quede privada de la vista de los tucumanos.

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