Con gestión, oficialistas y opositores intentarán modificar el humor social

Manzur bajó línea a sus ministros para que muestren resultados, mientras Juntos por el Cambio avanza en la ampliación del espacio.

Algo cambió en el oficialismo tras la incursión del martes del gobernador Juan Manzur por los despachos de la Casa Rosada. Las encuestas nacionales marcan un creciente descontento social con el oficialismo, por la manera en que se manejó la pandemia de la Covid-19 y por los efectos de la prolongada cuarentena que afectó, aún más, a una recesiva economía. Pero el malestar también llega a la oposición, ante la falta de propuestas de su dirigencia para modificar el cuadro de situación del país.

La tarde del martes, mientras el presidente Alberto Fernández emprendía el vuelo hacia Salta, donde encabezó los 200 años de paso a la inmortalidad de Martín Miguel de Güemes, cerró su gira por Buenos Aires en el despacho del jefe de Gabinete, Santiago Cafiero. La cuestión política no estuvo al margen. En el rostro del joven funcionario albertista se evidenciaba a preocupación por la caída de imagen no sólo del Presidente, sino también de su administración. Un sondeo efectuado por la consultora cordobesa Zuban Córdoba y Asociados dio cuenta que la imagen de Alberto Fernández cayó 10 puntos desde que arrancó el año y que ahora llega a una desaprobación del 55,8%, un porcentaje que se replica también a su gestión de Gobierno.

La inquietud es mayor porque los sondeo ubican a algunos dirigentes opositores en la consideración pública, frente al creciente malestar con la política por la falta de respuestas a los reclamos sociales. Frente a esas debilidades electorales, Cristina Fernández de Kirchner se subió al escenario electoral porque para ella, como para el Frente de Todos no hay 2023 si no se gana en 2021. De allí el clamor de la vicepresidenta de la Nación para intentar obtener la mayor banca posibles en juego en los comicios convocados para el 14 de noviembre.

Alberto Fernández le pidió esta semana a sus ministros que salgan a defender la gestión frente a los embates opositores. En consonancia, Juan Manzur replicó aquel mensaje la mañana del miércoles cuando encabezó la reunión de gabinete en la Casa de Gobierno. “Somos un equipo y tenemos que pechar todos del mismo carro. Nadie debe quedarse en la casa porque se viene un período difícil, de malestar social”, cuentan que arengó el mandatario provincial a los ministros.

Manzur pidió a sus colaboradores que, más allá de las acciones sanitarias cotidianas, propias de la pandemia, se esfuercen en mostrar resultados y los planes de su gestión. “Lo que importa es la gente y esa gente debe percibir que el Estado le debe dar respuesta”, manifestó el titular del Ejecutivo. El recorrido por los despachos oficiales del Gobierno nacional le sirvió también al gobernador para renovar los compromisos federales para la ejecución de obras públicas. Habló de un financiamiento federal e integral de más de $ 30.000 millones hasta el cierre de su segundo mandato. “Es necesario planificar, semana a semana, para poder mostrar lo que se está haciendo”, insistió Manzur. Mientras tanto, el oficialismo sigue en un escenario de división con la puja de poder entre el mandatario y su compañero de fórmula, el vicegobernador Osvaldo Jaldo, que sigue recorriendo la provincia, con el fin de captar la adhesión de la dirigencia peronista.

La otra vereda

La plaza Independencia puede ser el punto de convocatoria institucional si es que la presencialidad se impone a la virtualidad en los actos patrios del 9 de Julio, dependiendo si bajará el nivel de contagios de Covid-19. Esa plaza es la obra que el intendente Germán Alfaro quiere mostrar ante la proximidad de las elecciones. La campaña proselitista del jefe municipal capitalino sigue siendo una incógnita. Algunos oficialistas señalan que jugará solo en los próximos comicios, con lista propia. En Juntos por el Cambio piensan de la misma manera. El líder del Partido de la Justicia Social (PJS) no asistió ayer a la cumbre de los viernes de la oposición en Yerba Buena. No fue una reunión más, según los asistentes. Se avanzó con la ampliación del armado del espacio opositor que, además, de contener a la UCR, PRO, Coalición Cívica y a la Democracia Cristiana, ahora se suman Participación Cívica, Republicanos Unidos y probablemente CREO, cuya dirigencia ha quedado en exponer la propuesta a su junta directiva. Fuerza Republicana (su presidente Ricardo Bussi dijo que no esperará más reuniones para lanzarse a al campaña) no ha quedado descartada y la inclusión del PJS dependerá exclusivamente de lo que defina el propio Alfaro. Se ha priorizado la construcción de lo colectivo, coincidieron ayer en afirmar el diputado José Cano y el intendente de Yerba Buena, Mariano Campero. Hay lugar para todos, fue la segunda frase que expusieron, apenas terminó el encuentro de ayer. El tiempo para la presentación de alianzas todavía es generoso: el 14 de julio. La Justicia Electoral, mientras tanto, ya comenzó a recibir las urnas que se utilizarán en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), un proceso de internas en el que pueden caer tanto Juntos por el Cambio y hasta el Frente de Todos si no hay acuerdo previo entre las principales cabezas de la alianza, hoy enfrentados en un camino que aún no encuentra retorno. Más allá de las internas, oficialismo y oposición coinciden en que se vienen tiempos de mostrar lo que se hizo y de comenzar a cortar cintas en obras que capten la atención de una sociedad malhumorada con la política.

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