Condena de dos años para el hombre que dañó un respirador

El cumplimiento de la pena será condicional y el sentenciado deberá donar 50 juegos de sábanas y realizar tareas comunitarias durante un año. La opinión de las partes.

RENUNCIA. Las autoridades del penal rechazaron un acuerdo extrajudicial para que el acusado sea enjuiciado.  RENUNCIA. Las autoridades del penal rechazaron un acuerdo extrajudicial para que el acusado sea enjuiciado.

“Le pido disculpas, no fue mi intención”. Esas fueron las palabras que emitió Hernán José Díaz minutos después de haberse declarado culpable de haber averiado un monitor y un respirador artificial. Luego, por un acuerdo al que llegó con el Ministerio Público Fiscal y que fue rubricado por el juez Pedro Tomas, recibió una pena de dos años condicional y se comprometió a donar 50 juegos de sábanas al centro asistencial y realizar tareas comunitarias.

El final del caso, que tuvo amplia repercusión a nivel nacional, llegó en menos en un mes. El hombre, de 43 años, ingresó al Padilla en la madrugada del 23 de mayo después de haber protagonizado un accidente en avenida Roca y Ayacucho. En el centro asistencial, generó incidentes y la Policía lo demoró. El fiscal Carlos Saltor, al enterarse de lo que había sucedido, ordenó su aprehensión.

En la audiencia de formulación de cargos, el auxiliar fiscal Ezequiel Filmann dijo que el acusado “repentina y agresivamente comenzó a acusar infundadamente al personal de salud por el faltante de su billetera y el teléfono celular. Mientras estos intentaban calmarlo, Díaz reaccionó con más violencia, tomando un monitor para arrojarlo al suelo. No conforme con ello, lanzó un golpe de patada hacia un respirador, dañándose totalmente por su impacto con el suelo”.

Por orden del fiscal Saltor solicitó que se le dictara la prisión preventiva por 30 días al considerarlo autor del delito de daño calificado. El imputado negó la acusación y dijo que todo se había producido de manera accidental. El juez Rafael Macoritto no creyó su versión y aceptó todos los planteos realizados por el representante del Ministerio Público Fiscal.

Estrategia

Díaz, después de quedar detenido, cambió de abogado. Sus nuevos defensores Federico Hansen y Héctor Eduardo González comenzaron a buscar soluciones alternativas para no cerrar cuanto antes la causa penal y recuperara la libertad. Uno de los intentos fue ir por una reparación entregando un vehículo valuado en $ 700.000, pero fue rechazado por las autoridades del hospital Padilla. Luego fueron por una probation, que también terminó siendo rechazada.

“Se habló con las víctimas, en este caso el personal médico y autoridades del Padilla y coincidimos que este no era una causa más, que el responsable debía recibir un castigo, por más que se trate de un delito considerado menor. Y eso fue lo que hicimos, siempre acordando con el representante del damnificado”, comentó Saltor en una entrevista con LA GACETA.

El código penal establece una pena de tres meses a cuatro años de prisión por este delito. En el caso de Díaz, por no tener antecedentes penales, en un debate oral, podría haber recibido una pena menor a la que arribó en el juicio abreviado, pero también podría haber sido declarado inocente por alguna situación que se origine en la audiencia. “Todo se hizo con el acuerdo de las autoridades del hospital, pero lo más importante es que se resolvió un caso que con anterior sistema judicial era muy poco probable que se cierre y, encima, en menos de un mes”, comentó el titular de la Unidad Fiscal de Flagrancia III.

“Siempre pensando en que quien comete un daño debe repararlo, compromiso que es mayor cuando son bienes del Estado, Díaz voluntariamente entregará al Padilla 50 juegos de ropas de cama y desarrollará actividades laborales gratuitas durante un año en una dependencia del área de Salud, con cuya entrega y prestación superaría en equivalencia dineraria por los perjuicios patrimoniales”, destacaron Hanse y González.

En el acuerdo también se tuvo en cuenta que, después de una investigación realizada, el acusado no era ningún empresario, sino que se dedica a administrar el barrio privado en el que vive. “Al parecer, era una persona que decía esas cosas para aparentar más”, dijo una fuente del centro asistencial.

“Él pidió disculpas al personal al médico y paramédico del Padilla por el trato desconsiderado que habría proporcionado a los mismos, pero dejó aclarado que no recibió el tratamiento y alternativa terapéutica más conveniente que exigía en esos momentos”, concluyeron los profesionales.

Consecuencias de un pena condicional

En caso de que sea condenado por otro delito o por no cumplir con las condiciones impuestas, deberá ejecutarse de manera íntegra la sentencia que recibió.

No podrá acceder a un certificado de buena conducta que es esencial para acceder a un puesto de trabajo tanto en el sector público como privado.

A partir de ahora, no podrá renovar o sacar una licencia de conducir, ya que no se la otorga a personas que tienen antecedentes penales.

No podrá viajar a varios países del exterior que exigen visa, ya que para otorgarla exigen no tener antecedentes penales.

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