En cinco años la tasa de fecundidad en el país bajó más rápido que en siete décadas

En cinco años la tasa de fecundidad en el país bajó más rápido que en siete décadas

El drama de China y el pedido que realiza el papa Francisco al Estado para ayudar a padres jóvenes.

EL COSTO DE LA CRIANZA. Mantener un hijo insume una gran cantidad de recursos, lo que preocupa a los padres. EL COSTO DE LA CRIANZA. Mantener un hijo insume una gran cantidad de recursos, lo que preocupa a los padres.
13 Junio 2021

En Tucumán, al igual que en toda la Argentina, las tasas de fecundidad empezaron a descender desde el siglo pasado. Un documento elaborado por Rafael Rofman, economista e investigador principal de Desarrollo Económico y Protección Social del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec), detalla que la fecundidad en nuestro país ha tenido, en el último lustro, el descenso más rápido en al menos los últimos 70 años. Según Rofman, la mayor caída se dio en nacimientos de madres jóvenes.

La tendencia es mundial y tiene que ver con la mayor autonomía de las mujeres y la libertad para tomar decisiones. En algunos países, principalmente en los europeos, la baja en las tasas de fecundidad está creando muchos problemas, a tal punto que los análisis indican que dentro de muy poco no será fácil sostener la fuerza trabajadora.

Recientemente el papa Francisco lanzó una advertencia sobre el llamado “invierno demográfico” en Italia, después de que se conoció una nueva baja en los nacimientos de ese país. “El costo de criar chicos es demasiado alto. Los padres y madres necesitan más ayuda si países como Italia quieren superar las bajas tasas de natalidad que socavan su futuro”, expresó.

Francisco dijo que las encuestas mostraban que la mayoría de los jóvenes querían tener hijos, pero estaban preocupados por los gastos. “Sus sueños de una nueva vida, las semillas del renacimiento del país, se enfrentan a un invierno demográfico que es frío y oscuro”, dijo el Papa. “Para que el futuro sea bueno, debemos cuidar a las familias, especialmente a las familias jóvenes, que se ven acosadas por preocupaciones que corren el riesgo de paralizar sus planes de vida. Estoy pensando en los temores provocados por los costos cada vez más inasequibles de criar a los hijos”, añadió.

Uno de los países que decidió revertir su política demográfica fue China. Durante casi 40 años, ese Estado prohibió a las parejas tener más de un hijo para combatir el crecimiento demográfico y los problemas económicos. Años después, vieron las nefastas consecuencias de esa política. Por ejemplo, el envejecimiento poblacional y la dificultad para sostener la población inactiva.

Es por eso que desde hace poco el Gobierno intenta aumentar la tasa decreciente de natalidad del país. Pekín anunció otra vez que ajustaría su política de planeación familiar para permitir que las familias tengan tres hijos en lugar de dos. El anuncio debía animar a que las parejas tengan más bebés. Sin embargo, hoy se encuentra con otra realidad no menos importante: para muchas jóvenes, tener un bebé no es una prioridad. Entre las parejas modernas, crece un estilo de vida conocido como DINK ( abrevia la frase en inglés “Dos Ingresos, Sin Hijos”).

China, en la actualidad, tiene el mayor número de solteros en el mundo. En 2018, el país reportó que había 240 millones de personas sin casarse, alrededor del 17% de la población total del país. Aunque es un porcentaje menor que el de Estados Unidos, la cifra ha aumentado por cerca de un tercio desde 2010.

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