Desafíos de la vida adolescente

Desafíos de la vida adolescente

Conmovedor relato con momentos felices y dolorosos.

NICCOLÒ AMMANITI NICCOLÒ AMMANITI
13 Junio 2021

NOVELA
TÚ Y YO
NICCOLÒ AMMANITI
(Anagrama - Barcelona)

Podríamos decir que este libro trata sobre el aprendizaje de la vida y de cómo el ser humano, en este caso el protagonista, construye su mundo configurándolo según sus necesidades y deseos hasta que la realidad lo golpea con crueldad y sin atenuaciones.

El epígrafe introductorio de Francis Scott Fitzgerald -“En la noche oscura del alma, son siempre las tres de la mañana”- anticipa al lector el clima en el que se sumergirá.

Otro anticipo que incita a formular hipótesis, en cuanto a la trama, es el texto inicial: “Se llama mimetismo batesiano a la propiedad que tiene una especie animal inofensiva de parecerse, en color y comportamiento, a otra tóxica o venenosa que vive en el mismo hábitat. Así, la mente del predador asocia la especie mimética a la especie peligrosa, lo que aumenta sus posibilidades de supervivencia.”

Desde el punto de vista del cronotopo, la narración se resuelve en un círculo perfecto. En efecto, se inicia en Cividade del Friuli el 12 de enero de 2010, luego le siguen los sucesos que ocurren en Roma diez años antes y vuelve a la fecha inicial para el desenlace.

Profundidades

Lorenzo Cuni es el narrador protagonista, un adolescente capaz de crear una alternativa a su vida asfixiada por el contexto familiar. La mentira lo llevará a la búsqueda de espacios cerrados que paradójicamente serán en los que se sienta más libre. El inesperado encuentro con su hermana Olivia lo conducirá a una nueva relación más auténtica y comprometida. La pregunta clave será: ¿Cómo y cuándo dejamos de ser niños?

En el relato se incluyen notas, cartas, recuerdos, mensajes, que permiten al lector ir reconstruyendo la historia de Lorenzo y la relación con su entorno familiar, el grupo de pares (a quienes mira desde la distancia y procura imitar), la hermana -que irrumpe imprevistamente en su pequeño mundo construido en el sótano-, los vecinos representados por el portero y sus interlocutores, todo visto desde la mirada de un jovencito en el difícil proceso de la adolescencia. De todas esas relaciones la que cobra especial importancia es la que va haciéndose más íntima y esencial con su hermana Olivia.

El discurso narrativo de Ammaniti echa mano al recurso dialogal que hace de la novela una obra dinámica y muy cercana al lector. Los diálogos telefónicos que Lorenzo mantiene con su madre muestran dos mundos paralelos: el de la ficción que construye para los padres y el real que, lejos del espacio ficticio, se reduce a un lóbrego escondite: “¿Cómo podría librarme de aquel embuste que estaba volviéndome loco? Y entonces me acordé del sótano. Oscuro. Acogedor. Y olvidado de todos”.

Desde un punto de vista intersistémico, apelamos al concepto de “nicho evolutivo” que hace referencia a la construcción de la interacción familiar, que en el caso de Lorenzo está basada en la reticencia y la simulación que predominan en el conjunto de escenarios, prácticas y creencias de la familia Cuni, y de cómo Olivia - medio hermana, de una relación anterior del padre- adquiere centralidad en la vida del protagonista: “La única vez que vi a mi hermanastra Olivia fue en la Pascua de 1998. Yo tenía doce años y ella veintiuno. Las veces anteriores no cuentan. Habíamos pasado un par de veranos juntos en la villa de mi abuela Laura en Capri, pero yo era muy pequeño y no me acordaba. Olivia era la hija de mi padre y de una subnormal de Como que odiaba a mi madre. Una dentista con la que mi padre se casó antes de que yo naciera.”

La ausencia de la hermana cambia cuando esta se aparece en forma inesperada en el momento menos apropiado de la vida de Lorenzo, para luego evolucionar positivamente hacia la aceptación y la calidez.

La interacción de los hermanos Lorenzo y Olivia en ese momento concreto de sus vidas influirá fuertemente en la historia de ambos. La novela nos deparará momentos gratos, felices y dolorosos de este particular encuentro.

© LA GACETA

PERFIL

Niccolò Ammaniti (Roma, 1966) es la gran figura literaria italiana de su generación. Ganó el Strega y el Viareggio, los premios más prestigiosos de su país. Ha sido traducido a 44 lenguas. Entre sus novelas destacan Te llevaré conmigo y No tengo miedo. “La nueva palabra italiana para el talento es Ammaniti”, publicó The Times.

Elena Victoria Acevedo

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