Comunicación política: no se puede improvisar en tiempos de crisis

Comunicación política: no se puede improvisar en tiempos de crisis

En general, la dirigencia “puede llegar a tener un máster en ingeniería electoral, pero no está preparada para la comunicación en riesgo”.

DISCURSO DE ALBERTO. “Por favor vayan y contagien”, señaló el jefe de Estado. Luego se disculpó: “vayan y vacúnense. Eviten el contagio”. reuters DISCURSO DE ALBERTO. “Por favor vayan y contagien”, señaló el jefe de Estado. Luego se disculpó: “vayan y vacúnense. Eviten el contagio”. reuters

¿Qué le pasa al presidente Alberto Fernández? ¿Cómo es posible que cometa errores discursivos y, luego, deba volver sobre sus pasos? Detrás de él, ¿hay un equipo de comunicación política y de gestión? Los sondeos indican que, al menos seis de cada 10 argentinos están en desacuerdo o poco de acuerdo cómo el jefe de Estado comunica su gestión (ver infograma). Y tres de cada 10 ciudadanos que respondieron en el sondeo de la consultora Zuban Córdoba y Asociados cree que es muy negativa la claridad, la veracidad y la transparencia que surge del Gobierno nacional.

Gustavo Córdoba, director de la consultora, señala que los yerros del mensaje presidencial pueden evitarse si es que, detrás de esa figura, hay un equipo para la formulación de políticas en la materia. El segundo aspecto es la claridad en la formulación de los planes de gestión y el tercero, el formato pedagógico del mensaje para que la sociedad entienda lo que se dice y se hace. “Las políticas profesionales de comunicación profesional generan una alta dosis de consenso (el caso de Córdoba, Mendoza o Ciudad de Buenos Aires), algo que hoy carece el Gobierno nacional”, dice a LA GACETA el especialista en comunicación electoral y gubernamental.

Córdoba sostiene que la sociedad, al votar, está convencida que la comunicación forma parte del bagaje de aquel que aspire a manejar el poder, más en crisis. “Con la pandemia, es más que claro que la dirigencia global, no sólo la argentina, no estaba preparada para semejante escenario”, advierte. De todas maneras, el analista indica que eso no disimula los defectos en la formación de los dirigentes (de todos los espacios) para comunicar en crisis. “Muchos sienten que tienen un máster en ganar elecciones, en ingeniería electoral para armar colectoras y sublemas, pero no saben cómo moverse en crisis”, sintetiza.

 Mario Riorda, presidente de la Asociación Latinoamericana de Investigadores en Campañas Electorales, coincide con Córdoba respecto que, detrás de un líder, debe haber un equipo que gestione la dinámica comunicacional, con el fin de evitar los yerros en el discurso político. “La capacidad de improvisar es una alternativa importante dentro de la política, pero en un contexto de crisis, en el que la susceptibilidad se incrementa a niveles impensados, cada improvisación le otorga (al Presidente) más chances de cometer errores e imprudencias en actos comunicativos”, indica a LA GACETA.

Respecto de las rectificaciones y los pedidos de disculpas por parte del Presidente (por aquella frase que ofendió a mexicanos y a brasileños), Riorda afirma que esas disculpas son el intento de cambiar el comportamiento de la parte ofendida. “Las disculpas con peros no sirven. Deben partir de reconocer desde uno mismo (quien ofende) el haber errado. Condicionar a que el otro pudiera haberse ofendido es no asumir la sinceridad de las disculpas. Es no terminar de reconocer la ofensa”, define.

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