La infancia perdida en una unión de pareja

La infancia perdida en una unión de pareja

11 Junio 2021

Pocas cosas duelen tanto como una infancia truncada. Y son miles y miles las niñas en el mundo que sufren esa situación. Advierte la Unesco: “El matrimonio infantil despoja a las niñas de su infancia, y pone su vida y su salud en peligro. Las niñas que contraen matrimonio antes de cumplir los 18 años corren un mayor riesgo de sufrir violencia doméstica y tienen menos probabilidades de seguir asistiendo a la escuela. Sus expectativas económicas y de salud son peores que las de las niñas que no se casan, lo que a la larga se transmite a sus propios hijos y socava aún más la capacidad de un país para proporcionar servicios de salud y educativos de calidad”. Esto no ocurre en países lejanos, de culturas diferentes. Esto pasa en nuestra tierra. Un informe de la Fundación para estudio e investigación de la mujer (FEIM) basado en datos del censo nacional 2010 concluye: en la Argentina, el 4,7 % de niñas y adolescentes (menores de 18 años) están casadas o bajo una situación de convivencia con hombres -en su mayoría- de 10 a 15 años mayores que ellas. También se observa una multicausalidad de esta situación: factores socioeconómicos, culturales, étnicos, tradiciones y prácticas ancestrales. Ocurre particularmente en provincias del NOA y del NEA. En Tucumán la situación también es para preocuparse: casi 5.000 chicas de entre 14 y 17 años viven en esta situación. De acuerdo con el mismo informe, ya citado, y sobre una muestra de 114.362 niñas de los diferentes departamentos provinciales, el 4,3 % de las chicas está casada o en convivencia. De estos matrimonios infantiles o uniones convivenciales se registraron 1.685 en San Miguel de Tucumán; 730 en Cruz Alta; 391 en Tafí Viejo; 263 en Chicligasta; 255 en Lules y 221 en Yerba Buena. Las provincias que reportan una mayor cantidad de este tipo de vínculos -forzados si una o ambas partes no consienten libremente la unión o si se trata de menores de 15- son Misiones (7,2 %), Chaco (6,9 %) y Formosa (6,4 %). Le siguen Santa Fe (5,4 %), Entre Ríos (5,4 %), Santiago del Estero (5,3 %), Corrientes (5,3 %) y Salta (5 %). En cuanto al estado de situación en la región, según un reporte del Fondo de población de las Naciones Unidas (FPNU), el 30% de las mujeres latinoamericanas (de 20 a 49 años) se casaron o convivían con su pareja antes de tener 18 años. Mientras que un 18% lo hizo antes de cumplir los 15. Entre las tantas desventajas de una unión de pareja tan temprana está el hecho de que se potencia el ciclo de marginalización y aumentan las posibilidades de que estas niñas sufran violencia de género, que contraigan infecciones de transmisión sexual (como el VIH) y que se vea limitado su futuro laboral. También hay una relación causal entre estas uniones y el embarazo adolescente. Al recopilar información del anuario de la Dirección de Estadísticas e Información en Salud, el estudio de FEIM señala que Tucumán, Entre Ríos, Misiones y Chaco registran los porcentajes más altos de madres menores de 20 años convivientes. Unicef cuenta con un programa, lanzado en 2016, para poner fin al matrimonio infantil. Se busca empoderar a las adolescentes que están en riesgo de contraer matrimonio o que ya están casadas. Sería loable que los gobiernos provinciales y municipales se sumen a estos esfuerzos creando sus propios programas, que incluyan campañas de prevención, de capacitación y de apoyo a las chicas o a sus familias para que no dejen la escuela, para que elijan por sí mismas y para abrirles el futuro.

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