09 Junio 2021
Los equipos médicos llegaron en agosto de 2020 en un vuelo costeado por la Fundación de Messi. Foto @messismo10
Hace diez meses que los respiradores artificiales que donó Lionel Messi a través de su fundación, en plena pandemia del coronavirus, están en un depósito del aeropuerto de Fisherton, de Rosario, sin poder usarse. La razón: falta la autorización de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT).
Son 32 respiradores que llegaron al país el 8 de agosto de 2020 y todavía permanecen guardados en el depósito a la espera de la aprobación del ente regulador.
Los equipos fueron enviados en vuelo privado desde Barcelona y costeado por la propia organización. En España, estos equipos son utilizados en los centros médicos y fueron fabricados por la compañía automotriz Seat. La idea era que fueran repartidos en los diferentes hospitales y clínicas de la ciudad natal del astro del fútbol argentino.
“Detrás del porcentaje de camas críticas ocupadas, está la tensión y trabajo en todas las guardias y este equipamiento puede ser útil”, reconoció hoy el secretario de Salud municipal de Rosario, Leonardo Caruana, en el programa Radiópolis (Radio 2).
Según el funcionario, estos equipos no son similares a los respiradores artificiales que hay en las salas de terapia intensiva en el país, peros sí sirven para una primera asistencia respiratoria que suele hacerse manualmente. Estos reemplazan ese trabajo manual, que simula la frecuencia de la respiración y que a veces puede requerir horas. Por esto, Caruana los consideró útiles para las guardias de los hospitales.
El diario rosarino La Capital publicó que el equipamiento donado por Messi “está como en una especie de limbo porque no se pueden completar los trámites de Aduana. Y hasta que no se presenten los papeles, seguirán en el depósito fiscal”.
Además, aún resta realizarse el control de funcionamiento de los equipos enviados, proceso que se llevaría a cabo una vez que fuera aprobado el ingreso de los respiradores al país.
Estos 32 respiradores formaba parte de una donación total de 50 ventiladores para los hospitales de Rosario. El envío de los 18 equipos restantes estaba previsto en el calendario de la Fundación aunque fue frenado hasta que se resolviera la aprobación y el ingreso de la primera tanda. El conflicto por la traba aduanera y las posibles homologaciones todavía se está trabajando desde Barcelona.
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