El malhumorado Pato Donald es un ícono de la infancia que no pierde actualidad

El malhumorado Pato Donald es un ícono de la infancia que no pierde actualidad

El popular personaje de Disney fue mencionado por primera vez hace 90 años en un álbum de Mickey. Su cumpleaños se cuenta desde 1934.

INIGUALABLE. Optimista por naturaleza, enojado al menor contratiempo, el Pato Donald resiste el tiempo. INIGUALABLE. Optimista por naturaleza, enojado al menor contratiempo, el Pato Donald resiste el tiempo.
09 Junio 2021

No se le entiende qué dice; es malhumorado y explota con frecuencia; suele ser bromista, pero muchas veces termina siendo el centro de las burlas; es optimista frente a la vida, aunque las cosas no salgan como lo espera; lo rodea un amor eterno, tres sobrinos inquietos y un tío multimillonario; es incondicional con sus amigos, a los que sigue a cuanta aventura lo convoquen; ha tenido varios trabajos y, sin embargo, es perezoso; y, según la visión de los 70, es un ícono del modelo expansionista del capitalismo norteamericano.

Hace 90 años, Donald Fauntleroy Duck (conocido simplemente como el Pato Donald) fue mencionado por primera vez en una tira cómica. Su nombre abreviado apareció en “El álbum de Mickey Mouse” de 1931, integrando el listado de amigos del ratón emblema de Walt Disney. Pero su personalidad tomó vuelo y desarrollo a partir de que apareció el 9 de junio de 1934 en la animación “The wise little hen” (“La gallinita sabia”, donde comenzó su fama de holgazán), por lo que es tomada como su fecha de nacimiento: por ese motivo hoy celebra su cumpleaños. Su prestigio creció tan alto que tiene una estrella propia en el Paseo de la Fama de Hollywood.

Su octogenaria vida como dibujo (fijo en las páginas y animado en el cine y en la televisión) le permitió protagonizar más de 150 películas entre cortos y margometrajes, donde se repite un esquema consolidado de historias que aseguran diversión y risas a los pequeños. Junto a sus parientes y a Mickey, su novia Daisy (surgió el 7 de junio de 1940) se recorta como una suerte de adelanto del feminismo con su independencia y libertad.

La presencia de Rico McPato y su grosero poder de acumulación del dinero más la defensa del mecanismo de producción en manos privadas, junto con el poder de penetración de las industrias Disney en distintos países, inspiró al argentino-chileno Ariel Dorfman y al belga Armand Mattelart a editar en 1972 su libro “Paea leer al Pato Donald”. La tesis del estudio se centra en la premisa marxista de que las historietas forman parte de un programa organizado de difusión y crecimiento de las imágenes bondadosas del capitalismo junto con la justificación de la existencia de una clase dominante en plena guerra fría entre EEUU y la Unión Soviética.

Los autores destacan que en el entramado familiar hay tíos, primos (como Pascual) y sobrinos (los famosos Hugo, Paco y Luis), pero no padres ni hijos; no existe la figura del movimiento social ascendente, con lo cual se cristalizaría una visión de dependencia feliz; y se reivindica la competencia como idea positiva.

Sus proclamas han sido cuestionadas desde distintos lugares y, pese a las sucesivas y numerosas reediciones de un libro ya clásico, las conclusiones lentamente fueron siendo dejadas de lado más aún a partir de la caída del modelo comunista.

Donald, en cambio, sigue firme y goza de buena salud. Como todo dibujo, no envejece ni cambia sus afectos o gustos de forma profunda. Ni siquiera muda de ropa: su uniforme de marinero es el mismo del día en que se lo vio por primera vez.

Para festejar su cumpleaños, la plataforma de streaming Disney+ programó algunas de sus producciones más recordadas, como la serie de 1987 (relanzada con nuevos episodios hace cuatro años) “Patoaventuras”; la recordada película de 1945 “Los tres caballeros” y su recreación de 2018 “La leyenda de los tres caballeros”, junto a José Carioca y a Panchito; “Quack Pack” (de 1996), en la que sus sobrinos son rebeldes adolescentes; “Fantasía 2000”, inspirada en la histórica película musical” y “Saludos amigos” (estrenada en 1943), con la presencia de Tribilín (o Goofy, en la versión norteamericana) como compañero de viajes y aventuras.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios