Políticos en el aire

Pasajeros, hagan el favor de abrocharse el cinturón. El vuelo rumbo a las próximas elecciones está a punto de despegar. El pronóstico anticipa algunas tormentas en el trayecto. Y quizás experimenten turbulencias, tanto en los asientos del oficialismo como de la oposición. Pero lo importante, al final de cuentas, es llegar a destino.

Este año todos quieren sacar pasaje para el Congreso. Hay tres asientos en el sector del Senado -una especie de primera clase- y otros cuatro en el de Diputados. Está dicho, sin embargo, que ambos puntos son una mera escala. El objetivo del plan de vuelo es aterrizar en 2023 en el palacio de 25 de Mayo y San Martín.

Ayer partió un avión cargado de políticos tucumanos rumbo a Buenos Aires.

El capitán de la Legislatura, Osvaldo Jaldo, abordó la aeronave junto a dos de sus laderos: el intendente bandeño Darío Monteros y el legislador provincial Daniel Deiana, dos de los dirigentes que en la Casa de Gobierno desearían ver en aterrizaje forzoso. ¿El objetivo de la misión? Una nueva vista del vicegobernador -la segunda- al Instituto Patria, la base política de Cristina Fernández de Kirchner. El itinerario del tranqueño incluía un encuentro con el senador nacional Oscar Parrilli, que vendría a ser casi como hablar con la propia vicepresidenta de la Nación. ¿Volverá Jaldo esta vez con las fotos que tanto cotizan en política? Por lo pronto, lo que más interesa en el jaldismo no son las postales, sino la oportunidad de continuar con el cara a cara en la ciudad donde atiende Dios. Después de tres meses de máxima tensión con el gobernador, Juan Manzur, Jaldo quiere dejar en claro mucho de lo que ya contó la semana pasada en “Panorama Tucumano”, el ciclo de LG Play. Básicamente, que no quiere romper ni salir del PJ; que está dispuesto a ser parte de la campaña electoral de este año; y que no es opositor a la gestión del ex ministro de Salud de la Nación. De hecho, cuentan que incluso llevó pruebas para reafirmar su versión, como la aprobación por parte de la Legislatura de los convenios nacionales requeridos por el gobernador y otras iniciativas clave para la gestión del jefe del Ejecutivo.

Precisamente, dos hombres cercanos a Manzur compartieron pasaje con la tripulación jaldista. Los diputados Carlos Cisneros y Pablo Yedlin hicieron las valijas y partieron hacia suelo porteño, donde participarán de la sesión convocada para este jueves por la Cámara Baja. En la agenda del cuerpo legislativo está el proyecto de ley del Consenso Fiscal, consensuado entre el presidente Alberto Fernández y los mandatarios provinciales para tratar de aliviar el costo financiero de la pandemia en las administraciones locales. Los funcionarios con responsabilidades ejecutivas afrontaron este tiempo el impacto en la caída de la recaudación esperada y en las erogaciones imprevistas por el coronavirus. Tal es la necesidad de diálogo y acuerdo generada por la covid-19 que Manzur y el intendente de San Miguel de Tucumán, Germán Alfaro (líder del PJS y socio -mas no integrante- de Juntos por el Cambio), se reunieron no una, sino dos veces en los últimos días. La primera, para analizar flexibilizaciones para el sector gastronómico; la segunda, para supervisar el avance de la vacunación en la Capital. ¿Hay chances de que Manzur y Alfaro emprendan un viaje juntos? En ambos espacios lo descartan. Pero el paseo compartido por los peronistas hizo despegar la imaginación de más de un “compañero”, y el enojo de más de un concejal.

Atención, que en el vuelo de ayer también hubo asientos disponibles para la oposición. El diputado José Cano (UCR-Juntos por el Cambio) y el intendente de Bella Vista, Sebastián Salazar, se encontraron en el avión rumbo a Buenos Aires. El jefe municipal partió para avanzar con las gestiones por una sucursal local del Banco Nación. El ex senador, al igual que Cisneros y Yedlin, tiene que participar de la próxima sesión de la Cámara Baja. ¿Volverá a tiempo para la reunión del viernes de la mesa política de Juntos por el Cambio de Tucumán? Por lo pronto, Cano pudo avanzar con otras charlas: el jueves pasado estuvo con su coequiper, la senadora Silvia Elías de Pérez, y con los intendentes Mariano Campero y Roberto Sánchez en Yerba Buena. ¿Podrán evitar las PASO los “correligionarios”? El hecho de que el jefe de FR, Ricardo Bussi, aliente un acuerdo electoral con el PRO puede ser una señal de alerta para el radicalismo aliado a Juntos por el Cambio.

Jaldistas, manzuristas, radicales. También había kirchneristas tucumanos en el vuelo de ayer. Los famaillenses Jesús Salim (funcionario de Anses) y Mabel Carrizo (diputada nacional) compartieron lugares con el funcionario de Hábitat, Hugo Cabral. Todos los “k” de Tucumán tienen un sueño: abrir la sede local Patria. Pero, a la vez, cuentan con una orden: no hacer nada que profundice la grieta en el PJ.

Al margen de las diferencias, hubo cordiales saludos entre el variopinto elenco de pasajeros tucumanos. En el Benjamín Matienzo, camino al avión, Jaldo se cruzó con Cano y Cisneros, que estaban charlando, y les hizo algún comentario jocoso que desató la risa de los diputados. Ya en sus asientos, el manzurista Yedlin y los kirchneristas Salim y Carrizo -cada vez más cercanos a Jaldo- compartieron vuelo sin entrar en polémicas por la ruptura en el PJ. Todavía falta para llegar a 2023. Pero la dirigencia tucumana ya está rumbo a las elecciones. Ayer, por lo pronto, hubo políticos en el aire.

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