Hojeando el Diario: Boca deja la cancha por culpa del arbitraje

Hojeando el Diario: Boca deja la cancha por culpa del arbitraje

Los xeneizes perdían 4 a 2 con la Federación al irse. Una semana después los tucumanos hicieron igual.

EL EQUIPO. Estos son los once jugadores que mostraron su forma y calidad para derrotar a Boca.  EL EQUIPO. Estos son los once jugadores que mostraron su forma y calidad para derrotar a Boca.

Se acercaba la hora del inicio. El equipo de la Federación ingresó al campo de juego y esperó a su contrincante, que no aparecía. Volvieron a los vestuarios. A la media hora llegó al Monumental de Atlético el visitante, Boca, que ingresó velozmente.

Corría el 18 de octubre de 1936. Por la Federación formaban Escalante; Frías y Medina; López Islas, Chividini y González; Balderrama, Penella, Loto, Cisterna y Borque. Los auriazules, con Yustrich; Wilson y Marante; Cuenya, Amgeletti y Suárez; D’ Agostino, González, Alfonso, Sanz y Orsi.

La multitud, más de 12.000 asistentes, colmó el estadio del club Atlético Tucumán y hasta partes del campo de juego. Poco después de las 16.20, el árbitro Martín Duarte dio el pitazo inicial. Los primeros 15 minutos fueron de dominio alternativo y con peligro en ambas vallas, con leve ventaja boquense. Alfonso abre el marcador para la visita. Silencio en las tribunas. Los tucumanos intentan empatar, pero es en vano. A los 32’, Alonso logra el segundo gol boquense. Todo parecía ser para los de la Ribera. A los 42’, Cisterna pone el encuentro 2 a 1. Un minuto después Balderrama logra el empate. Llega el descanso. La multitud festeja.

Comienza el segundo tiempo. A los 7’ Borque logra el 3 a 2 para los locales. Más festejos en las tribunas. Las jugadas siguen, con leve dominio local. Hasta que, a los 29’, Penella supera a Marante con un sombrerito, y enfila para marcar cuando el defensor lo traba. Penal cobra el árbitro. La pena no es aceptada por los visitantes y el público entra en la cancha. El referí quiere abandonar el campo, pero los locales lo disuaden. Tras 6’ de suspensión y con la intervención del entrenador boquense, Mario Fortunato, sus jugadores aceptan que se haga el disparo. Penella convierte y los locales se ponen 4 a 2 arriba.

Según la crónica de aquel día, “una vez convertido el goal, los jugadores de Boca se reunieron a un costado del field y luego de dar las hurras, abandonaron la cancha, en tanto que el público sacaba en andas a los players locales”. De tal manera que, faltando 15 minutos, Boca abandona el partido, molesto por las decisiones del juez del encuentro.

A la requisitoria de LA GACETA respondió el representante Julio Caronni, quien había elegido al árbitro Duarte como responsable del resultado desfavorable para su divisa. “Lejos estaba de suponer que iba a hacer jugar como lo hizo”, dijo, y agregó: “ustedes lo vieron. El referée estuvo muy mal. Le falta carácter, le faltan condiciones para dirigir un encuentro como el que tenía que dirigir”. Del público habló maravillas y aseguró: “Boca volverá las veces que sea invitado y que la afición lo desee”. Sin embargo se quejó del calor, y por eso dijo que volverían en invierno. No obstante reconoció que tres tantos tucumanos habían sido inobjetables.

El técnico Fortunato criticó duramente al árbitro: lo tildó de localista y de que “fue muy flojo con los offsides del wing derecho tucumano”. Además fue duro con el arbitraje local: “yo tenía informes de que los referées tucumanos eran muy localistas, pero no lo creía del todo”. Aunque reconoció que no le había sucedido en otras oportunidades. Pese a disculparse por haber abandonado el partido, pidió comprensión por la decisión “por las circunstancias en que hemos actuado”. También se quejó del calor, porque no les permitió dormir y porque tres jugadores habían sufrido insolación.

Nuestro cronista criticó la actitud de la Policía Montada que, ante la invasión del campo y si tener en cuenta la gran cantidad de público (había mujeres y niños) arremetió contra la multitud. Una actitud “tan desusada como tan grosera y peligrosa”, que generó la reacción de algunos hinchas. Luego todo volvió a la calma, cuando fueron retirados algunos efectivos.

Quizás el encuentro con los boquenses haya servido como preparatorio para el que una semana después el combinado del Jardín de la República tuvo con los cordobeses. El partido disputado en el estadio de Belgrano sirvió para definir quién iba a ser el campeón del Centro de la República. Sin más rodeos digamos que a los tucumanos no les fue bien y terminaron cayendo en la provincia mediterránea por 5 a 2. Más de 6000 espectadores se dieron cita en el estadio del “pirata” cordobés. Entre ellas se hacía sentir la barra tucumana que había viajado junto al equipo en tren. Según el comentario del enviado especial “el primer período fue bastante lúcido, destacándose la homogeneidad del team local a la vez que el entusiasmo de los componentes del cuadro tucumano cuyo hombres se prodigaron intensamente”. El relato destaca que el resultado con el que termino el primer tiempo, 3 a 2 para los de la Docta, era bastante realista de lo realizado en el campo de juego. “Más, la diferencia del segundo o sea el score final fue manifiestamente excesivo, no obstante la mejor actuación que tuvo el cuadro cordobés cuyas líneas no acusaron un solo punto flojo”, agregaba la noticia.

Los equipos que estuvieron frente a frente fueron, por el lado cordobés: Albano; Bertolino y Sosa;: Villagra, Giúdice y Gorosito; Salas, Farías, Martínez, De Blassi y Ravetti. Los tucumanos formaron con Escalante; Frías y Medina; Pereyra, Zurita y López Islas; Balderrama, Penella, Loto, Cisterna y Borque.

Pese a la mala perfomance de algunos jugadores tucumanos, en especial la del arquero Escalante “que no tuvo la seguridad de otras bregas” nuestro periodista evaluó muy mal al árbitro, el proteño Larraburu, al señalar que “perjudicó al cuadro tucumano en forma manifiesta, mostrándose sumamente impreciso en el cobro de penas graves cometidas en forma frecuente por los hombre del cuadro local. También demostró errores en la apreciación de fouls y en cuanto a los off-sides vio todos aquellos que no podían perjudicar a Córdoba”. Más señaló que el tercer tanto cordobés fue en evidente posición adelantada.

Pero lo más curiosos ocurrió antes del final de la disputa. Ya que el encuentro fue suspendido a los 35 minutos de la etapa final, ya con el resultado de 5 a 2, cuando el capitán tucumano Donato Penella se lo solicitó al árbitro. El argumento utilizado es de lo más curiosos y sorprendente para los estánderes del fútbol moderno. Penella le informó a Larraburu que “debiendo tomar el tren a las 20 y hallándose demasiado lejos del centro de la ciudad, necesitaban andar con algún poco de tiempo para poder embarcarse sin dificultades. Cabe hace notar, que el segundo período se inició a las 17.40, de modo que ello originó el pedido del capitán tucumano, argumentando una razonable falta de tiempo”. Quizás el destino le puso esta piedra a los tucumanos para compensar lo que había ocurrido una semana antes con Boca que se había retirado antes del campo de juego en protesta por el arbitraje.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios