Bioenergía: nuevo paradigma energético a profundizar

Bioenergía: nuevo paradigma energético a profundizar

Gran potencial de la caña, debido a la cantidad de biomasa que genera

BENEFICIO. La bioenergía combate el peligroso calentamiento global. LA GACETA / foto de ANTONIO FERRONI BENEFICIO. La bioenergía combate el peligroso calentamiento global. LA GACETA / foto de ANTONIO FERRONI
05 Junio 2021

“La caña de azúcar es la especie vegetal cultivada que produce anualmente la mayor cantidad de biomasa por unidad de superficie. En condiciones apropiadas alcanza las 150 toneladas de material vegetal, o aun más. Su gran capacidad de crecimiento la convierte en el cultivo con mayor volumen anual de cosecha”, indicó Jorge Scandaliaris, coordinador de la primera sesión del Seminario de Innovación y Valor Agregado en el Sector Azucarero del Mercosur, evento organizado por la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc).

Añadió que durante muchos años se la cultivó con el propósito fundamental de obtener azúcar para la alimentación humana, pero que actualmente está considerada como la especie ideal para obtener no solo el endulzante, sino una gran variedad de productos que pueden competir en calidad y en precios, para atender nuevas y tradicionales demandas del mundo moderno.

“En lo que se refiere al azúcar, si se introducen innovaciones en las características del producto final, atendiendo las nuevas necesidades que plantean los mercados, es posible generar nuevos negocios. En el seminario mostramos una presentación que ilustró acerca de cómo los pequeños y medianos cañeros pueden organizarse para encarar un proceso de diversificación, que posibilitó llegar con sus productos orgánicos a 30 países que lo requieren”, indicó el experto.

Contó que de los nuevos productos que se pueden elaborar a partir da la caña de azúcar, se destacan por su envergadura e importancia los energéticos. “Aquí aparece un nuevo concepto, el de la bioenergía. Básicamente engloba la utilización de la biomasa de los cultivos para producir parte de la energía que necesita el planeta. En este sentido, la caña de azúcar tiene un gran potencial”, dijo.

Desafíos

El desarrollo de la bioenergía está sustentado en dos grandes desafíos que enfrenta hoy el mundo: el calentamiento global y el desempleo mundial. “La bioenergía ataca directamente estos dos enormes objetivos, al aportar energía neutra en cuanto a contaminación de la atmósfera y una gran cantidad de nuevos empleos dignos para los jóvenes”, explicó.

En el seminario se habló del nuevo paradigma energético que ya se empezó a transitar, pero que tiene que profundizarse rápidamente durante el transcurso de esta década, para no sufrir grandes perjuicios en el futuro cercano.

Para concretar el desafío existen nuevos conocimientos y herramientas, que fueron identificados y desarrollados con amplitud durante el seminario, y que sin duda se convertirán en innovaciones tecnológicas apropiadas para generar mayor productividad y sustentabilidad a los procesos agroindustriales de productos bioenergéticas como el bioetanol y la generación de energía eléctrica, a partir de la fibra y residuos de cosecha de caña.

La bioenergía acaba de comenzar, y debe recorrer el mismo camino de mejora que han concretado otros procesos productivos -como los alimentos y el petróleo, por ejemplo-, que a lo largo del tiempo y con un notable trabajo científico y tecnológico -producto de su misma importancia económica- han tenido sustanciales avances en materia de eficiencia, de competitividad y de sustentabilidad.

La apuesta por el crecimiento de la bioenergía en los países que lideran el mundo es muy fuerte. En distintos ámbitos de análisis y de proyección del impacto ambiental que están provocando el uso masivo de los productos derivados del material fósil se indica que un cambio de rumbo para salvar la difícil situación que está enfrentando el planeta, debería contemplar una duplicación de los niveles actuales de demanda de productos modernos de la bioenergía hasta 2030. De esto surge la urgente necesidad de replantear y de cometer nuevos emprendimientos que hagan posible cumplir con el objetivo definido.

El Seminario de Innovación y Valor Agregado en el Sector Azucarero del Mercosur ha sido muy útil para poner en carpeta de análisis nuevamente lo que deben hacer los países que integran el bloque, para aportar al enorme desarrollo que implica atender una gran parte de la demanda mundial que se generará a partir del cambio paradigmático que está enfrentando el mundo.

En definitiva, el mensaje que queda flotando es el de abordar con políticas y objetivos adecuados -y con un trabajo incesante de innovación tecnológica- nuevas metas para la bioenergía, que impliquen el doble propósito de desarrollo productivo de las regiones y la descarbonización de la atmósfera.

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