Eliminatorias: hubo fiesta, pero estuvo todo bajo control

Eliminatorias: hubo fiesta, pero estuvo todo bajo control

Sin romper los protocolos, los santiagueños disfrutaron del primer cotejo internacional en el “Madre de Ciudades”.

MARADONA ETERNO. Previo al partido, se inauguró una  estatua del “Diez”, con la presencia de jugadores, dirigentes y del gobernador santiagueño, Gerardo Zamora.  MARADONA ETERNO. Previo al partido, se inauguró una estatua del “Diez”, con la presencia de jugadores, dirigentes y del gobernador santiagueño, Gerardo Zamora.

El estadio “Madre de Ciudades” está enclavado a un costado del mítico puente Carretero, enfrente al hipódromo de Santiago del Estero y pegado al río Dulce. Su fisonomía es impactante; parece un coliseo europeo a escasos 160 kilómetros de San Miguel de Tucumán. Anoche albergó un juego por las Eliminatorias de la Copa del Mundo Qatar 2022.

Mientras Tucumán la ve pasar, y en muchos casos parece olvidado y quedado en el tiempo, otras provincias crecen y se ponen de pie ante el país y el mundo. Desde hace un tiempo, Santiago luce renovada; muestra accesos totalmente remozados, obras que quedan para siempre y espectáculos que nada tienen que envidiarle a los que ofrecen las grandes ciudades.

Ayer esta provincia fue una verdadera fiesta. Desde Las Termas de Río Hondo a la capital de la tierra del mistol, la atención se centró en la visita de la Selección; de Lionel Messi, de Ángel Di María y de otros tantos monstruos que muchos que sus ciudadanos acostumbran a seguir por TV, fin de semana tras fin de semana, en las mejores ligas de Europa.

En medio de una pandemia, el estadio tuvo su bautismo como internacional y nadie quiso perdérselo. Apenas pasado el mediodía, muchos hinchas se congregaron en torno a lo que ayer fue el epicentro del fútbol nacional. Hubo calor, color, muchos cánticos y algarabía. “Vinimos a apoyar a la Selección por primera vez, de corazón. De ahora en más, Santiago será una fiesta cada vez que nos toque ser sede. Lo invitamos a todo el norte a sumarse; serán bienvenidos”, sentenció el vocero de un grupo de hinchas de Central Córdoba, que se reunieron cerca del cráter de cemento para hacerse sentir.

Hubo fiesta de la buena, sin ningún descontrol. Santiago pareció blindada desde el primer momento en el que se supo que iba a albergar el juego ante Chile. Muchas vallas, un operativo policial monstruoso y un cerrojo casi inexpugnable en torno al gran duelo.

Los santiagueños vivieron su fiesta sin “irse de mambo”. Grupos reducidos en cada esquina de las cercanías del estadio cantaron, bailaron y le pusieron color a una jornada que no se olvidará por mucho tiempo. Siguiendo cada una de las recomendaciones, los hinchas cumplieron y vivieron su día; cuando la orden indicaba que debían seguir su rumbo, lo hacían sin problemas.

En Santiago no sólo piensan en que haya fútbol del bueno por mucho tiempo. El estadio es hermoso, pero quieren usarlo como gancho para que la provincia obtenga mayores recursos. Que la Selección se haya hospedado en Las Termas no es un dato menor; el Gobierno planea un circuito turístico-futbolero (no muy lejano) que incluya descanso en la principal ciudad de turismo y acción de la grosa en el “Madre de Ciudades”. “La idea es poder armar torneos que sean interesantes para los amantes del fútbol y aprovechar ese circuito”, le explicaron a LG Deportiva. Así, Argentina-Chile quedará grabado a fuego como el primer choque internacional de la corta historia que tiene el escenario. En plena pandemia y con una crisis sanitaria que mantiene en vilo a todo el país, la vecina provincia dio un paso clave para transformarse en la gran puerta de entrada al norte. Y vaya si lo logró: una organización casi perfecta para un partido por el que los santiagueños mostrarán un orgullo eterno.

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