Educación en pandemia: “¡Padres y madres ya no damos más!”

Educación en pandemia: “¡Padres y madres ya no damos más!”

En Yerba Buena, familias completas protestaron frente a la casa del gobernador, Juan Manzur, para pedir el regreso de las clases presenciales.

CON CARTELES. Un padre participa con su hija en la protesta.  CON CARTELES. Un padre participa con su hija en la protesta. LA GACETA / FOTOS DE FRANCO VERA

“Ya no se aguanta la situación. Padres y madres estamos hartos de la virtualidad. Mi casa es un ciber: cuatro computadoras trabajando al mismo tiempo. Tengo un hijo en la secundaria, dos en la primaria, y yo que trabajo en forma remota. ¿Y en los hogares donde hay un solo dispositivo, cómo hacen?”, se pregunta Magui. “Lo peor es que los chicos no aprenden y la virtualidad los está afectando a nivel psicólogo y social. Las familias estamos angustiadas”, resume quien ayer reclamaba, junto a familias con niños de Yerba Buena, el regreso a clases presenciales.

El centro de la manifestación fue la propia casa del gobernador Juan Manzur, en Belgrano entre avenida Aconquija y Cariola. Nadie salió a responder a los reclamos de las familias pero los niños se encargaron de dejar sobre la vereda todos los carteles que habían fabricado ellos mismos con dibujos y letras de colores. Decían: “Queremos volver al colegio”, “El colegio no contagia”, “La Educación es esencial” y algunos lanzaban alguna ironía como “Dotor, dejame estudiar”.

La protesta cayó muy mal en el Siprosa. “Hemos recomendado por lo menos cinco días más de clases sin presencialidad (esta semana)”, remarcó anoche el secretario ejecutivo del Siprosa, Luis Medina Ruiz. Pero dijo que lo que más le “preocupa”, es que “lleven a niños a protestas. Quizás sin entender de qué se trata estos niños son expuestos y formados en la protesta de una manera contraria a lo que se espera, que es en el diálogo, por ejemplo, máxime tratándose de una protesta frente de la casa particular del Gobernador de la Provincia”, sostuvo.

Lejos de esas advertencias, los padres ayer expresaron su enojo y su cansancio: “está demostrado que los contagios no se producen dentro de las escuelas, porque el protocolo allí es muy estricto, lo que hay que evitar son las fiestas clandestinas y cumplir con las medidas de prevención. Cerrar todo no es la solución”, insistía Nieves Sandoval.

Nieves como la mayoría de los manifestantes se plegó a la protesta por un flayer que fue pasando por los grupos de WhatsApp de padres.

“En la virtualidad los chicos no aprenden como debieran, necesitan tenerla al frente a la maestra. Y lo digo como madre de cuatro hijos. Mi hija hizo el primer grado virtual, el año pasado, y ahora, en segundo, sale a la luz lo que no logró aprender. También tengo un hijo con dislexia y le cuesta muchísimo estar frente a la pantalla. Es esencial que haya clases presenciales”, implora María José Coggan.

“Muchas mamás tenemos que acudir a maestras particulares, desde hace un año, para que se les enseñe lo que los colegios deberían estar haciendo. Entiendo que algunos establecimientos recibieron ayudas del Estado para pagar los sueldos y quizás por eso tienen una postura muy pasiva. Pero los padres tenemos que pagar el 100% de las cuotas de los colegios, mientras el servicio que prestan es un 30%”, afirma Natalia Viola, mamá de dos niños en edad escolar y de una bebé. “Los chicos están muchas horas frente a la pantalla, y no aprenden. Es muy difícil ser mamá y maestra sin tener las herramientas pedagógicas”, agrega.

Luisa Frías Silva tiene la sensación de que “estudiar hoy se ha convertido en un privilegio y no en un derecho universal del niño. La carencia de presencialidad está dañando a toda nuestra sociedad, y está produciendo una brecha abismal”. Carolina Ferreyra, psicóloga y mamá de cinco niñas (cuatro en edad escolar) está indignada: “la escuela no es el foco de contagio, ¿por qué insisten en cerrarlas?” se pregunta. Y dice: “la no presencialidad en las escuelas me parece una locura, una manipulación política. La escolaridad no es solo incorporar conocimientos académicos. Hoy veo en mis hijas el impacto negativo de la virtualidad traducido en desgano, ansiedad, incertidumbre y miedo”.

Desconcierto en Salud: “parecen no interpretar el riesgo sanitario que corren ellos mismos”, dijo Medina Ruiz

“Luego de ver los videos donde se exponen a niños, algunos sin barbijos, padres sin cumplir con el distanciamiento, la verdad es que desconcierta. No lo entiendo, porque se trata de personas informadas que parecen no interpretar el riesgo sanitario que ellos, sus familias y la comunidad, está corriendo”, dijo el doctor Luis Medina Ruiz, del COE. Les recomienda que “hablen con algún familiar o amigo que estuvo internado y les pregunten sobre las dificultades que presentaron al requerir internación”, agregó.

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