“La pandemia manifestó la fragilidad del sistema del arte”

“La pandemia manifestó la fragilidad del sistema del arte”

Natalia Albanese, docente, investigadora y gestora cultural,analiza desde Córdoba el mercado de la plástica en la Argentina.

PRESENCIAL. “Lo virtual es paliativo”, dice Albanese. PRESENCIAL. “Lo virtual es paliativo”, dice Albanese.

El año pasado, restricciones mediante, no pudo realizarse la feria de arte contemporáneo y emergente más destacada a nivel nacional: ArteBA en la rural de Buenos Aires. En medio de la incertidumbre de la pandemia, se decidió realizar Panorama, en noviembre, con el objetivo de impulsar la reactivación económica del sector. Fue la primera vez, comentaron en su momento artistas y galeristas, que se organiza algo de manera horizontal, colaborativa y federal.

La muestra ofreció dos instancias: una virtual y otra presencial, que debió ser pautada con cita previa y protocolo sanitario como marcan los tiempos actuales. La muestra estuvo compuesta por el 47% de artistas de Buenos Aires y el 8% provenientes de Catamarca, La Rioja, Mendoza, Salta, San Juan y Tucumán. Además, el 37% de los espacios encuestados informó haber concretado ventas durante Panorama, es decir, 40 galerías.

Actualmente, cuenta Natalia Albanese a LA GACETA, las expectativas de que se realice ArteBA son grandes pero continúa la incertidumbre sobre su concreción. “Las galerías sí están funcionando con protocolo y cita previa”, explica sobre las 10 “grandes” que existen en nuestro país, casi todas en Buenos Aires.

- ¿Cómo reaccionaron los coleccionistas? ¿Quiénes están comprando arte?

- Hay dos ejemplos concretos, a principios de año pasado el premio “En Obra” que funcionaba en ArteBA (Buenos Aires) y en el Mercado de Arte Contemporáneo (Córdoba) se transformaron en un fondo de obra que brindó asistencia a una enorme cantidad de artistas en el país, cerca de abril de 2020. Otro grupo de coleccionistas que se denomina Junín, llevaron adelante colaboraciones a los artistas por un tiempo más prolongado. También se producen compras pero tímidamente y con mucha expectativa, a la espera que se avance en la economía en general y en la pandemia.

- ¿Qué sucede hoy con el mundo del arte argentina?

- La pandemia, en relación a los artistas, terminó de sacar el velo y poner de manifiesto la fragilidad del sistema y del mundo del arte en el país. Los artistas son un eslabón precarizado y, rápidamente, se movilizaron en distintas provincias y a nivel nacional para generar asociaciones de artistas y experiencias que dan cuenta del vínculo que tiene que tener la producción artística con la sociedad.

- ¿Hay alguna medida concreta que esperan lograr los artistas?

- Se está trabajando en un tarifario que se pretende homologar con honorarios por actividades artísticas. También en la creación de un instituto que regule las artes visuales a nivel nacional y genere herramientas de gestión desde el Estado y desde lo privado para que aborden esta actividad del trabajo. Gisèle Sapiro habla de la vocación artística que está entre un “don” y un “don de sí” de los artistas. Esto quiere decir que no por ser artistas tienen que dar todo de sí, sino que necesita un marco y una regulación.

- ¿Qué vino a cambiar la virtualidad?

- Dentro del sistema del arte, los premios han quedado caducos, la idea de salón es una herramienta de gestión del Siglo XIX que poco tiene que ver con la dinámica del arte contemporáneo, donde se apuesta a procesos y no a obras. Las ferias las estamos viviendo de manera virtual. Si bien ya veníamos en crisis con el formato feria, aun así falta mucho para llegar a generar un mercado sano o potente que pueda posicionar a nuestros artistas. Pensá que los Estados de todo el mundo, excepto alguna rara excepción, apuestan a los artistas emergentes entonces, ¿qué pasa con la generación intermedia?

- ¿Esa visión alcanza a las bienales?

- A las bienales de San Pablo y La Habana van curadores y críticos de arte de todo el mundo y son espacios en donde se pueden producir obras a gran escala. La mayoría de los artistas están acostumbrados a producir en talleres pequeños con materiales efímeros y en condiciones precarizadas. El arte se contempla y se experimenta de manera presencial. La estrategia que se desarrolla a nivel virtual nos hace crecer y genera transparencia en el mercado, pero es una alternativa porque la contemplación y adquisición es una experiencia. En algún momento, cuando se retome la presencialidad, va a ser trascendental recuperar las ferias de arte con protocolos, pero la experiencia es vital y lo virtual es el paliativo.

- ¿Qué sucedió el año pasado con el mercado del arte argentino y cuáles son las expectativas para 2021?

- El paso en general de la presencialidad a la virtualidad el año pasado se dividió en dos: las galerías de arte, como principales protagonistas del mercado, no sufrieron tanto en el primer semestre porque dejaron de viajar a las ferias internacionales y se ahorraron algunos gastos ahí. En el segundo semestre, todas ellas participaron de Panorama (la feria virtual y presencial que reemplazó a ArteBA) Otros proyectos incipientes cerraron o redefinieron sus roles.

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