Bioetanol: más cuestiones técnicas, menos partidismo

Bioetanol: más cuestiones técnicas, menos partidismo

Pasó casi un tercio del plazo por el cual se prorrogó la Ley de Biocombustibles. Durante ese tiempo, los diputados deben confeccionar una nueva norma. Es imperativo que esta atienda las necesidades del sector, para que se dé la mejor prudcción posible.

Bioetanol: más cuestiones técnicas, menos partidismo

Pasaron 17 días del 12 de mayo y todavía no hay definición acerca de qué sucederá con la bendita ley de biocombustible. Y en medio de tanta incertidumbre, el sector sigue aguardando.

Varios ingenios de esta provincia -así como de Salta y de Jujuy- empezaron la zafra; y la ley sigue esperando.

La ley N° 26.093 (Regulación y Promoción de Biocombustibles) ya murió. Fue prorrogada por 60 días, con el fin de que los diputados trabajen al respecto y saquen adelante una norma de acuerdo a las necesidades de los sectores sucroalcoholero y productor de maíz nacional y regional.

Todavía se espera. Y debido a ello no se sabe qué deparará ni el presente ni el futuro productivo de la bioenergía.

En la región y en nuestra provincia se sigue opinando acerca de lo que debería suceder. Pero las dilaciones tienen a todos descolocados.

Resulta increíble que a la fecha en que estamos aún no haya certezas sobre esta cuestión. Sobre todo, debido al impacto económico y social que tiene la industria sucroalcoholera en nuestra provincia, región -y país, si tomamos la producción de maíz-.

Es cierto que la pandemia de la covid-19 está que arde, y la gran cantidad de enfermos que se detectan día a día significa una real preocupación para las autoridades y, por supuesto, para la población.

En el mundo, la producción de bioetanol es un claro y exitoso sistema de producción de energía limpia y renovable: además de que se obtiene un combustible ambientalmente limpio, se logran manejar adecuadamente los residuos de su producción.

La Argentina inicia el camino de la actual ley prorrogada en 2006, aceptando que la producción de bioetanol es un ejemplo de agregado de valor a la producción primaria. Fue impulsada por el Gobierno nacional a partir de la promulgación de las leyes nacionales N° 26.093 y N° 26.334, y recibió una contundente y favorable respuesta de parte de la actividad privada , mediante la realización de importantes inversiones desde entonces y hasta la fecha.

Los técnicos vinculados a la producción de azúcar nacionales -por medio de la Asociación Argentina de Técnicos de la Caña de Azúcar (Satca)- e internacionales -mediante la Sociedad Internacional de Tecnólogos Azucareros (Issct)- afirman que nuestro país necesita un profundo replanteo de su política energética. La principal meta de tal replanteo debe ser la descarbonización de su matriz, pues la extracción de combustibles fósiles es la principal causa del incremento de la generación de gases de efecto invernadero y, por lo tanto, del incremento de la temperatura media de la atmósfera, cuyas tremendas consecuencias están a la vista. Por lo tanto la nueva ley debe ser muy ajustada a esas necesidades.

La Argentina tiene un enorme potencial para producir energía a partir del carbono ya presente en la tropósfera. Una nueva ley permitirá incrementarla, fijándola así como una verdadera política de Estado.

Está claro que la producción de bioetanol tiene beneficios sumamente importantes para el ambiente. Pero a la vez genera beneficios socioeconómicos, que deben ser conocidos.

Producir bioetanol permite el arraigo de poblaciones rurales, lo que ayuda a la construcción de un país más federal e integrado. De otro modo, los habitantes de estas localidades se verían obligados a migrar a áreas suburbanas de alto hacinamiento, lo que implicaría para ellos un claro deterioro en su calidad de vida y en las perspectivas a futuro de las nuevas generaciones. También genera más puestos de trabajo por unidad de volumen que su actual competidor: el petróleo.

Los desarrollos biotecnológicos y de ingeniería genética ya en marcha permitirán incrementar la productividad por unidad de superficie y habilitar para el cultivo de caña de azúcar tierras marginales, actualmente improductivas o de baja rentabilidad.

Todo lo realizado en materia bioenergética no debe ser tirado por la borda, es por ello que los técnicos e investigadores vinculados a estas Sociedades afirman que la nueva Ley debería lograr que se generen ingresos suficientes para realizar las inversiones necesarias para disminuir los lógicos impactos ambientales que produciría un incremento en la producción de bioetanol, cuyo principal efluente es la vinaza.

Aún quedan varios días para que se cumpla la prórroga de 60 días dispuestos por el Gobierno. Es necesario que los diputados que están trabajando en la confección de la nueva ley atiendan lo que los técnicos que estudian todo lo concerniente a la producción de bioenergía a partir de la caña de azúcar afirman sobre los beneficios de contar con una ley que fomente esta producción. Y, sobre todo, es imperativo que queden a un lado las cuestiones partidarias que perjudiquen a la actividad.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios