Atlético: el confinamiento, por ahora, lo tiene sin cuidado

Todas las partes del cuerpo tienen una función específica, pero no todas tienen un gesto característico. Los hombros, en ese sentido, son privilegiados: levantarlos hacia arriba, como si se tratara de un espasmo, tienen un significado único y universal: indiferencia. “¿Y a mí qué me importa?”, sería el subtítulo perfecto que mejor traduciría el ademán. Quizás es el gesto que le surgió hacer a todos los miembros del plantel, el cuerpo técnico y la dirigencia de Atlético, cuando Alberto Fernández determinó el regreso al confinamiento estricto, a la bendita fase 1 en el territorio argentino.

Es que el plantel “decano”, como la mayoría de lo equipos de Primera, está de vacaciones y lo seguirá estando mientras duren las restricciones que ordenaron desde el Poder Ejecutivo a través del Decreto de Necesidad y Urgencia publicado el viernes por la noche, pero charlado por la mañana.

Los nueve días apenas si complicarán algunos planes de vacaciones lejos de Tucumán para los miembros del plantel. Algunos que querían irse y otros que se encuentran afuera y deberán esperar un poco más para volver a sus ciudades.

Que los planes no se alteren no se trata de algo menor teniendo en cuenta la odisea del año pasado. El equipo no sólo no se encuentra en competencia oficial sino que no tiene programados entrenamientos, como sucede en las vacaciones, claro está.

De hecho, la única obligación que tienen los jugadores se puede cumplir desde casa o el hotel que los aloje en vacaciones. “El ‘profe’ nos dio una rutina para hacer en estas tres, cuatro semanas. Cada uno en su casa las tiene que hacer para llegar bien a la pretemporada”, confesó Cristian Erbes, que por ahora está en Buenos Aires, su ciudad de origen.

La pretemporada está pautada para que comience los primeros días de junio: jueves 3 o lunes 7 son las opciones y hasta en eso, el “Decano” salió beneficiado. El decreto presidencial habla de que el confinamiento durará hasta el 31 de mayo pero que el fin de semana del 5 y 6 del próximo mes también habrá que encerrarse. Empezando la pretemporada el 3 o el 7 de junio, los planes serán los mismos dado que los fines de semana no suelen ser aprovechados al máximo. A lo sumo, habrá que resignar un sábado por la mañana, pero no parece mucho.

Eso sí, los regresos de los jugadores y el cuerpo técnico deberán ser perfectamente coordinados para que sean a tiempo ya que rigen las mismas restricciones para el ingreso a la provincia durante el aislamiento de 2020.

Muy distinto es el caso de los equipos que participan de copas internacionales, cuyo curso no se ha detenido. Aquellos conjuntos están ingeniándoselas para no tener complicaciones con tantas prohibiciones. Muy distinto es el caso, también, de las categorías de ascenso que, en plena competencia, debieron frenar y esperar. Sin entrenamientos y con incertidumbre.

No se trata de un beneficio directo de estar en Primera, simplemente de una casualidad. Por otra parte, quizás esta vez haya estado bueno no ser parte de la fiesta internacional y aprovechar las vacaciones. Y aguardar que las medidas no se extiendan. Porque si llegaran a hacerlo, ahí sí ya no habría ventajas e indiferencia. Aquellos hombros que se levantaron, se caerán más despacio y darán paso a otras partes del cuerpo, a otros gestos. Algunos quizás sean de más preocupación.