Freno y posibilidades
Freno y posibilidades

La pandemia por la covid-19 puso nuevamente un freno momentáneo a los movimientos dentro del oficialismo y de la oposición. En las últimas horas, el aumento de los contagios y la vigencia de las nuevas medidas dispuestas por la Nación ocuparon a los dirigentes que tienen responsabilidades institucionales. La clase política, además, tomó nota del rechazo social que generan las peleas públicas por las internas. Está previsto, al menos en los planes, que baje la intensidad de las acciones políticas con la mirada puesta en las elecciones nacionales de este año y provinciales de 2023.

Tras meses de discutir alternativas y de desencuentros, esta semana sucedió un hecho clave para lo que vendrá y que da cuenta de uno de los pocos acuerdos entre gran parte del oficialismo y la oposición de los últimos meses: Diputados dio media sanción a la postergación de los comicios.

El Senado comenzará a tratar el asunto este miércoles por la tarde, cuando el ministro del Interior, Eduardo De Pedro, se presente en la comisión de Asuntos Constitucionales. Se espera que en ese recinto también sea aprobado. Por la situación sanitaria, las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) pasarán del 8 de agosto al 12 de septiembre y las generales, del 24 de octubre al 14 de noviembre.

El proceso de medio término, clave para el Gobierno nacional, definirá la renovación parcial del Congreso (la mitad de los diputados y un tercio de los senadores). En el caso de Tucumán, se vencen los mandatos de cuatro de los nueve representantes en la Cámara Baja (Pablo Yedlin, José Cano, Beatriz Ávila y Gladys Medina) y de los tres de la Alta (Silvia Elías, Beatriz Mirkin y José Alperovich). El resultado de esta contienda será fundamental para la Rosada porque implicará cuánto apoyo o dificultad tendrá para poder sancionar determinadas leyes. En el ámbito provincial, las fuerzas podrán medirse y posicionarse para las elecciones locales.

Una vez que entre en vigencia la modificación, la Cámara Nacional Electoral (CNE) deberá rehacer el cronograma y quedará suspendido el que ya estaba corriendo. Además de las fechas de las dos elecciones, se cambiarán algunos plazos dispuestos por ley. Por ejemplo, ahora el tiempo para que los partidos proclamen candidatos es de 50 días antes de la general y se reducirá a 45. También se retrasará cinco días el plazo para el comienzo de la campaña.

Al margen de los detalles, las agrupaciones políticas ganaron casi un mes para seguir negociando alianzas y candidaturas y planificando sus estrategias. Las próximas fechas importantes se pospondrían para julio en la nueva agenda. Por lo tanto, habrá más “oxígeno” para todos los sectores políticos porque restan casi dos meses para las definiciones. Por ejemplo, la norma vigente establece que 60 días antes de las Primarias hay que solicitar el reconocimiento de alianzas y el plazo quedaría a mediados de ese mes. La presentación de las listas de precandidatos, en tanto, sería después del 20. Oficialismo y oposición respiran aliviados, porque siguen inmersos en sus disputas intestinas y con panoramas poco claros para el futuro inmediato.

Latente

Las turbulencias en el peronismo cesaron. Esto no significa que el conflicto entre el gobernador Juan Manzur y el vicegobernador, Osvaldo Jaldo, se haya resuelto ni que haya un acercamiento. Ambas partes entraron en un pequeño receso tras semanas de mucha confrontación y como consecuencia del recrudecimiento de la pandemia.

En la Casa de Gobierno están pendientes de la cuestión sanitaria. Los esfuerzos y acciones, dicen, estarán concentrados en la gestión. Saben que el entuerto con el jaldismo continuará, pero no en qué términos y están desorientados respecto de cómo seguirá la interna. Quienes están cerca del gobernador afirman que no hay vuelta atrás en la relación con su ex compañero de fórmula y están convencidos de que podrán “neutralizarlo” políticamente.

Los parlamentarios que responden al Gobierno siguen sin disponer de los contratos que fueron dados de baja. Analizan que la intransigencia para negociar los contratos y la interpelación del ministro de Educación, Juan Pablo Lichtmajer, significaron un límite que se cruzó.

En cuanto a los comicios, evitan referirse al tema, pero analizan la chance de que Jaldo impulse sus propios postulantes para competir por las bancas nacionales.

¿Cuál consideran en el Ejecutivo que sería la única posibilidad de una reconciliación? Si Jaldo habilita, por ejemplo, la posibilidad de una reforma de la Constitución. Saben, sin embargo, que es casi imposible. La única certeza que tienen es que el vicegobernador no será el candidato de Manzur para la sucesión en 2023.

En la Legislatura también siguen de cerca lo que pasa con la pandemia. Se suspenderán la mayoría de las actividades y se reducirá al mínimo la presencia en el edificio. La posibilidad de una sesión quedó descartada. Decidieron bajar el tono de la pelea y “guardar” por unas semanas a los voceros más confrontativos.

Consideran que las respuestas del manzurismo a sus avances políticos fueron “desmedidas” y no comprenden que perdure el “enojo” de Manzur. Afirman que la peor parte se la están llevando los dos intendentes afines al espacio, Darío Monteros (Banda del Río Salí) y Aldo Salomón (Alderetes), y los comisionados comunales. Monteros afirmó esta semana en LA GACETA Play que sufrían “persecución” y recortes de fondos. “En una pelea de generales, los primeros que caen son los soldados. Acá están cayendo militantes, dirigentes, quienes lamentablemente están sufriendo algún tipo de persecución”, afirmó. Se refirió a los contratos en comunas de partidarios del jaldismo que estarían “cayendo” como réplica al cese de los vínculos en la Cámara. Puertas adentro, afirman que el capítulo de los contratos no está cerrado, pero esperan una señal desde la Casa de Gobierno para reabrir ese diálogo.

Creen que el oficialismo del gobernador está ante un escenario electoral muy complejo: por la pandemia y por la división. Esperan que se respete el lugar que tiene el jaldismo en Diputados: la banca de Medina. Por ahora no estaría en los planes salir por fuera del partido ni participar de la contienda con un espacio propio. Arriesgan que Manzur se pondrá la campaña al hombro y no descartan que se incluya en la lista como senador suplente.

¿Cuál consideran en la Cámara que sería la única posibilidad de una reconciliación? Mediante la mediación nacional.

Tratativas

En la oposición hubo gestos y múltiples reuniones. La mesa de Juntos por el Cambio (JpC) aún no pudo definir la discusión acerca de si suman o no al armado a Fuerza Republicana. La iniciativa sigue siendo sostenida por los intendentes radicales Mariano Campero y Roberto Sánchez. El radicalismo que se encolumna tras José Cano y Silvia Elías, la Democracia Cristiana y la Coalición Cívica siguen resistiéndose. Mientras que el PRO dejó una puerta abierta. Está previsto que la decisión se tome durante esta semana y que se resuelva dentro de la UCR. Al diálogo estarán convocados los parlamentarios nacionales, autoridades partidarias, intendentes y legisladores. Se pondrá sobre la mesa también la posible normalización de la organización y nada menos que 2023. Al igual que en el oficialismo, la disputa tiene como telón de fondo las elecciones provinciales.

El radicalismo está atomizado. Además de los sectores que encabezan Cano- Elías y Campero-Sánchez, hay una línea que trabaja con el intendente capitalino Germán Alfaro; otra que encabeza el ex legislador Ariel García (presentó un nuevo espacio “Social Demócrata”, que integra Boina Blanca y el Partido Socialista) y la de autoconvocados, entre los que se encuentra el ex parlamentario Eudoro Aráoz.

En paralelo, avanzan los encuentros de la “Liga de Intendentes”, impulsada por Alfaro e integrada por Campero, Sánchez y Sebastián Salazar (Bella Vista). Las fotos inquietaron en JpC.

El Partido por la Justicia Social, que encabeza Alfaro, ya advirtió que no formará parte de la mesa de JpC más que como aliado. Ese espacio analiza todas las alternativas y escenarios: sus miembros aspiran a estar en un espacio amplio y competitivo.

La oposición coincide en que la interna del PJ abre muchas posibilidades para los disidentes, quizás como nunca antes.

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