Boca. en la Libertadores: así, el sueño será muy difícil

Boca. en la Libertadores: así, el sueño será muy difícil

El equipo de Miguel Ángel Russo volvió a jugar mal y no pudo contra Barcelona.

FLOJO PARTIDO. Esta vez, Pavón no logró ser la carta desequilibrante de Boca. FLOJO PARTIDO. Esta vez, Pavón no logró ser la carta desequilibrante de Boca.

Desde hace varios años Boca tiene una obsesión llamada Copa Libertadores. Ese torneo que le viene siendo esquivo desde 2007, cuando logró su último título de la mano de Miguel Ángel Russo, hoy parece ser un sueño que está demasiado lejos. Da toda la sensación que es una utopía pensar que este equipo pueda transformarse, en lo que queda de este año, en el mejor equipo del continente. El “Xeneize” modelo 2021 es un equipo rarísimo, que puede pasar de jugar 10 puntos a mostrar una imagen totalmente deslucida en cuestión de segundos.

A este Boca por ahora parece que sólo le alcanza para dar pelea en la Copa de la Superliga y que al salir de las fronteras de nuestro país comienzan sus problemas. Lo sufrió en Ecuador a principios de mes, en Brasil la semana pasada y anoche en su casa, otra vez ante el Barcelona ecuatoriano.

En la noche de La Boca, al “Xeneize” le volvió a faltar luces; como en los últimos juegos por la Copa y también como en el Superclásico del pasado fin de semana.

Por momentos, Boca carece de juego, no tiene sorpresa, es muy previsible en ataque y sufre muchísimo cuando su rival aprieta el acelerador en los últimos metros.

Anoche Barcelona expuso todas sus limitaciones durante los primeros 45 minutos. Los ecuatorianos manejaron el juego a su antojo durante ese período y si no se fueron en ventaja al entretiempo fue única y exclusivamente por su impericia para dar el golpe de gracia.

Si bien el local asumió el protagonismo durante el complemento, nunca logró traducir esa supremacía del juego en el resultado. Confundió ataque con concurrencia y abusó del centro al área, un recurso que sirve sólo cuando se lo utiliza en la dosis justa y en el momento indicado. Su superioridad durante el segundo período no logró ser más amplia que la de su rival durante el primer tiempo.

Así, si Boca no pudo quebrar a un equipo ecuatoriano que es sólido pero modesto y que tiene varias limitaciones, da la impresión que difícilmente pueda con los más poderosos del continente.

“Es muy difícil cuando un equipo se te mete tan atrás. No le pudimos entrar por ningún lado y eso que generamos muchas situaciones de gol”, aseguró Esteban Andrada, uno de los puntos más altos del equipo. “Lo importante es que dependemos de nosotros. Tenemos que ganarle a The Strongest en la última fecha para clasificarnos. Hay que seguir”, agregó el arquero, pieza clave para mantener el cero en su arco durante el período más apático del equipo anoche.

Barcelona llegó con la idea de sumar el punto que le asegurara un lugar entre los mejores 16 equipos del torneo. Y este Boca es muy difícil que rompa el molde.

Sus ataques son cantados. Cristian Pavón y Sebastián Villa parecen ser sus ases para tratar de desequilibrar por afuera y cuando los extremos no están bien, las ilusiones se le derrumban como un castillo de naipes.

El empate lo dejó en stand by. Es cierto que un triunfo ante el peor equipo de su grupo en la última jornada le dará la clasificación, pero también es cierto que puede terminar segundo si los ecuatorianos igualan como locales ante Santos. En ese caso, en octavos deberá enfrentar a uno de los mejores de los otros grupos, y para este Boca ese puede ser tranquilamente un problema.

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