21 Mayo 2021
Es muy difícil caminar por la ciudad desde que caen las primeras sombras de la noche: los asaltos se multiplican. La policía, muy numerosa, recibe un sueldo relativamente bueno, en comparación con otros empleados. Pues bien, quiero advertir que el domingo fui asaltado, otra vez, en plena avenida Sarmiento. Hay zonas de esta capital donde los ladrones actúan permanentemente, desde el anochecer. ¡Es imposible desplazarse por ellas! En mi caso, quiero avisarles a los ladrones que cometen un error conceptual: no soy yo la persona que buscan. Soy un intelectual, escritor, periodista, charlista de radio y como todos los intelectuales ganamos muy poco, con dificultades para sobrevivir en esta parte del país. El hombre que tiene mi mismo apellido y tiene dinero es otro (perdón por esta referencia) y los asaltantes no distinguen. La avenida Sarmiento hacia el este, cruzando los puentes de Suipacha, es una arteria muy peligrosa. Inclusive un gobierno anterior permitió que, junto a las vías, se instalara un asentamiento, arruinando esa bella calle. Ahí me asaltaron el domingo, tras el partido Boca-River antes de las ocho del anochecer. La policía debe comprender que hay sectores de la ciudad donde se mueven, con naturalidad, los ladrones. La dirección policial debe actuar conociendo estos detalles. Ganan buen sueldo y son numerosos, con el aporte anual de la escuela de policía. Cifras multimillonarias, pero hay que ser eficaces en el cumplimiento del oficio. Es más: la calle Junín, entre avenida Sarmiento e Italia, tiene hasta un viejo conventillo que aloja a los delincuentes ladrones, a pocos metros de la Legislatura. En la cuestión privada, quiero insistir a quienes me roban. Personalmente les aviso que están perdiendo el tiempo, cometen un error conceptual; como todos los trabajadores intelectuales, gano poco dinero. ¡No lo tengo, realmente! ¡Dejen de asaltarme!
Miguel ángel Valverde
Junín 1.085
San Miguel de Tucumán
Temas
de Policía
Lo más popular
