“Tacacho me persigue en forma irracional”, afirmó el femicida

Parada Parejas solicitó al fiscal una medida perimetral para alejar a la víctima en su última presentación espontánea

FACSÍMIL DE LA PRESENTACIÓN ESPONTÁNEA. Párrafo final del texto donde Parada Parejas y los Robles requieren medidas contra Tacacho. FACSÍMIL DE LA PRESENTACIÓN ESPONTÁNEA. Párrafo final del texto donde Parada Parejas y los Robles requieren medidas contra Tacacho.

Mauricio Parada Parejas pasó de agresor a agredido el 1 de junio de 2020. O al menos así se presentó ante el Ministerio Público Fiscal en la que, según los registros, sería la última de sus comparecencias espontáneas antes de asesinar a Paola Tacacho y de quitarse la vida. Con la asistencia de los abogados Juan Andrés Robles y Claudia Cecilia Robles, el femicida incluso requirió una medida perimetral contra la profesora de Inglés que en ese momento ya lo había denunciado más de 13 veces. “Tacacho me persigue de forma irracional”, expresó el victimario, que en aquel entonces cargaba con dos restricciones de acercamiento dictadas por jueces distintos en procesos iniciados con un día de diferencia.

FACSÍMIL DE LA PRESENTACIÓN ESPONTÁNEA. Párrafo final del texto donde Parada Parejas y los Robles requieren medidas contra Tacacho. FACSÍMIL DE LA PRESENTACIÓN ESPONTÁNEA. Párrafo final del texto donde Parada Parejas y los Robles requieren medidas contra Tacacho.

Si bien no logró una orden judicial de alejamiento para Tacacho, la defensa consiguió algo quizá decisivo para esta historia: que el fiscal Claudio Bonari se desprenda de la décima causa abierta por la docente y disponga la acumulación con la novena, pese a que su par Ignacio López Bustos la había cerrado 18 días antes. Con ese acto se pierde el rastro de los procesos promovidos por la víctima, que conforman un auténtico laberinto tribunalicio. En la documentación analizada no consta qué pasó tras la acumulación, y el propio Bonari expresó que desconoce el trámite impreso a la causa que había remitido a la Fiscalía Especializada en Violencia Familiar y de Género N°2. Antes, López Bustos había dicho que prefería no hacer comentarios sobre su desempeño en el caso “Tacacho”.

En lo tocante a Parada Parejas, este expediente final (identificado oficialmente como 30.095/20) revela un giro rotundo en la estrategia. En las causas anteriores, el joven se había limitado a negar las acusaciones o a ponerse a disposición de la Justicia. Luego de su detención en 2018 por violar la segunda perimetral, la defensa incluso había ofrecido el sometimiento voluntario a un tratamiento psiquiátrico. Dos años después, el mismo equipo de abogados atribuyó la enfermedad mental diagnosticada a Parada Parejas -trastorno esquizoide de la personalidad- al “hostigamiento” que le infligía Tacacho, según el escrito, de “un modo inexplicable” porque sólo habían tenido trato en el aula.

“Todas estas denuncias falsas de las que fui víctima, las persecuciones y las limitaciones a mi capacidad de movimiento como consecuencia de las restricciones de acercamiento me ocasionaron serios deterioros de la salud. Por esta razón, desde hace años y hasta la actualidad recibo un tratamiento psiquiátrico”, expresó el acusado. Para apoyar su teoría de que la docente mentía, el femicida presumió que siempre salía indemne de las acusaciones que aquella formulaba en vano desde hacía cuatro años.

A continuación, el femicida dio su versión sobre los hechos del 11 y 12 de mayo de 2020 que habían generado respectivamente las causas N°9 y 10. En cuanto al primer día, Parada Parejas expresó que fue insultado y golpeado por una amiga de Tacacho mientras se dirigía a comprar cigarillos en “el drugstore más cercano a su domicilio” ubicado a metros del edificio de la víctima.

“El 12 de mayo, también entre las 20 y las 21, estaba retornando a mi hogar por la calle Virgen de la Merced cuando escuché que alguien venía corriendo a mis espaldas: al girar, advertí que era la misma mujer que me había agredido el día anterior. Yo trataba de mantenerla lejos, sin embargo, me llegó a rasguñar la cara y el cuello, y a pegar en la pierna izquierda, lo que me causó un moretón”, narró. El femicida agregó que se resbaló y cayó, y que el impacto le había agravado una escoliosis de columna que le impedía “estar parado mucho tiempo ni sentado en la misma posición”.

Parada Parejas refirió que se acercó a unos policías que había en la zona para contarles lo sucedido; que en eso llegó Tacacho y que todos se retiraron del lugar. “Presumo que toda esta violencia de la que fui víctima fue un pedido de Tacacho, quien es evidente que pretende limitar eternamente mi libertad ambulatoria mediante sus sistemáticas falsas denuncias”, insistió.

El relato que la profesora brindó en la comisaría I°, donde hizo las denuncias, y en la Fiscalía de López Bustos indica que Parada Parejas la vigilaba de manera constante y que ella vivía aterrorizada. Respecto del suceso del 11 de mayo, Tacacho dijo que su ex alumno había intentado ingresar a su domicilio: “quisiera que la familia accione, y se haga cargo del peligro que significa tener a una persona con tales problemas y antecedentes en libertad”. En cuanto al 12 de mayo, la víctima manifestó que ella había llamado a los dos policías luego de detectar que el agresor tocaba nuevamente el portero de su edificio y que, cuando se acercaron, este les explicó “que estaba sacando la basura”.

Cuatro cautelares: dos jueces ordenaron al victimario que se alejara de la docente en mayo de 2020  

Entre 2016 y 2020, la Justicia de Tucumán emitió cuatro medidas perimetrales a los fines de que Mauricio Parada Parejas se mantuviera alejado de Paola Tacacho. La primera cautelar fue expedida por el juez Alejandro Tomas el 26 de mayo de 2016 por pedido de la fiscala Adriana Reinoso Cuello (causa N°1). El ex juez Marcelo Mendilaharzu (se jubiló con el beneficio del 82% móvil) dictó la segunda orden el 8 de abril de 2018 en virtud de un requerimiento del ex fiscal Washington Navarro Dávila (ministro público de la Defensa) -causa N°6-. Facundo Maggio autorizó la tercera perimetral el 14 de mayo de 2020 en función de una solicitud del fiscal Ignacio López Bustos en la causa N°9 mientras que una semana después, el 21 de mayo, Raúl Armando Cardozo hizo lo propio respecto de una petición del fiscal Claudio Bonari (causa N°10).

Epílogo desconocido: no se sabe qué pasó con la causa N°10

La reconstrucción periodística del laberinto judicial que enfrentó Tacacho antes de ser asesinada llega hasta la decisión del fiscal Bonari de acumular la causa N°10 con la N°9, que su par López Bustos había archivado 18 días antes. El trámite que recibió el expediente remitido por Bonari es un misterio porque no hay registro de otros movimientos; porque López Bustos prefirió no hacer comentarios; porque en el ínterin cambió el régimen procesal penal; porque el Ministerio Público Fiscal no entregó las copias de las actuaciones que le había solicitado la Corte, y porque no ha habido una rendición de cuentas ni esclarecimiento de las responsabilidades respecto de las más de 13 denuncias penales que hizo Tacacho.

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