Qué implica la suspensión temporal de las patentes de las vacunas

Qué implica la suspensión temporal de las patentes de las vacunas

La propuesta de liberalización de Washington obligará Europa a implicarse en unas negociaciones de las que no se sabe nada. Un movimiento histórico.

EZEIZA. El jueves llegó el último embarque de vacunas. ARCHIVO LA GACETA EZEIZA. El jueves llegó el último embarque de vacunas. ARCHIVO LA GACETA
17 Mayo 2021

El histórico anuncio de Estados Unidos de que apoyará la suspensión temporal de patentes sobre las vacunas para la covid-19 en el seno de la Organización Mundial del Comercio (OMC) abre un nuevo escenario. Son muchísimos los interrogantes y ningunos los antecedentes. El comunicado de la representante de Comercio estadounidense, Katherine Tai, reconoce que las negociaciones que ahora empezarán necesitarán tiempo, dada la complejidad de las cuestiones relacionadas.

Pero, ¿por qué? ¿Qué implica la suspensión? Una patente otorga 20 años de exclusividad sobre un producto o un procedimiento. La suspensión significa que cualquiera pueda hacer uso de la tecnología para producir vacunas contra el coronavirus, sin riesgo de sanciones. "Esta es una crisis de salud global y las extraordinarias circunstancias que rodean a la pandemia requieren de medidas excepcionales", había añadido Tai.

No obstante, no fueron los estadounidenses los primeros solidarios con el mundo entero. Esta historia empezó en octubre de 2020, cuando Sudáfrica e India propusieron una exención de los acuerdos multilaterales de la OMC sobre los derechos de propiedad intelectual de medicamentos y productos sanitarios relacionados con el diagnóstico y tratamiento de la covid-19.

La iniciativa logró el apoyo de un centenar de los 164 miembros de la OMC -entre ellos, la Argentina-, pero se topó con el rechazo inicial de los países que son sede de las grandes empresas farmacéuticas, como Estados Unidos, la Unión Europea, el Reino Unido, Suiza y Japón, recopila el sitio local de noticias  Chequeado.com.

Sin embargo, tras el giro de 180° de la Casa Blanca, ahora con Joe Biden (Partido Demócrata) a cargo, más países estarían dispuestos a cambiar su posición. Y, ¿por qué se produce ahora? ¿Simplemente porque Biden tiene otra mirada o hay más razones? Según explica el diario El País, de España, en los últimos meses se ha hecho evidente que los acuerdos firmados entre los gobiernos y el sector farmacéutico no han sido capaces, pese a los miles de millones de fondos públicos invertidos, de poner en marcha la capacidad productiva que necesita el mundo.

El número de vacunas administradas hasta la fecha supera por poco los 1.000 millones, cuando serían necesarios más de 12.000 millones antes de fin de año. Esto ha hecho que las patentes sean vistas como un obstáculo que impide que más países y fábricas puedan producir vacunas. Por ello, han crecido las voces favorables a su suspensión.

En la actualidad hay 130 países en el mundo que no recibieron ni una sola dosis de vacunas contra el coronavirus, según António Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas.  

¿Cómo impacta esto en la nuestro país? En la Argentina ya hay acuerdos para producir vacunas. También Brasil tiene mucha capacidad para producir vacunas. Y Chile está en negociaciones para fabricar la vacuna Sinovac. Según la abogada especialista en Acceso a Medicamentos y Propiedad Intelectual Lorena Di Giano, directora de la Fundación Grupo Efecto Positivo, que lleva adelante en la Argentina la campaña "Liberen las patentes", además en nuestro país se puede involucrar a la Red de Laboratorios Públicos, que tiene una planta de biológicos que podría adaptarse.

Sin embargo, la discusión recién empieza. Se espera que la decisión adoptada por los Estados Unidos obligue a todos los demás países a volver a sentar postura, especialmente a la Unión Europea. Pero como se lee al comienzo de este artículo, el camino todavía se adivina largo enmarañado.





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