17 Mayo 2021
No entiendo qué nos está pasando a nosotros, los docentes de la educación; estamos yendo a trabajar arriesgando nuestra vida y la vida de nuestra familia. Día a día vemos cómo nuestros colegas pierden la batalla ante esta pandemia que puso al mundo de rodillas y seguimos trabajando en el campo de batalla, muchos sin vacunas. Con protocolos que no se cumplen, porque los cursos no tienen los recursos de higiene que demanda este virus; nuestro ministro de Educación sigue fingiendo que está todo monitoreado, que las escuelas cumplen, que los docentes, que somos los que ponemos el cuerpo en este campo de batalla, estamos cuidados, cuando la realidad muestra que no. La mayoría de los docentes de educación secundaria no estamos vacunados y llegó el frío y nos estamos contagiando. Por semana en las escuelas se están sacando licencias de los docentes que dieron positivo; se están aislando los docentes que tuvieron contacto con este positivo, sin mencionar escuelas donde ni siquiera aíslan las burbujas de alumnos porque no les importa la vida, les importan los números y decir que todo esto es exitoso, para este año electoral; pero en realidad estamos viendo cómo mueren nuestros colegas, familia, amigos, personas. Tanto nos dejó de importar nuestra vida que no nos ponemos firmes y exigimos la virtualidad por lo menos en este tiempo de frío. La escuela nunca dejó de enseñar; el año pasado los docentes se pusieron al hombro la educación virtual, que hoy es criticada, desvalorizada, pero la escuela nunca dejó de enseñar y nunca lo dejará de hacer. ¡Porque los docentes tenemos vocación! Hoy vamos a la escuela con miedos y angustia porque esa vocación de servicio es la que nos motiva y nos lleva a enfrentar esta batalla sin armas, que como dijo un docente que falleció estos días, es enfrentarnos al egoísmo de unos pocos a costa de nuestras vidas.
María Charif
Ecuador 1.605
San Miguel de Tucumán
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