Patín artístico: Hazeu Vizoso se sintió una “ladrona” en Ecuador

“Cuándo pasé mi segundo programa, supe que me había robado el torneo”, afirmó Sofía Hazeu Vizoso. La patinadora sabía que había hecho lo suficiente, lo distinto para colgarse la medalla de oro en Guayaquil, Ecuador. “Esa era la rutina libre. Es el programa en el que tenemos mucha más chance de interpretar y de transmitir a los jueces lo que sentimos, lo que nos mueve y las habilidades que tenemos”, describió la joven de 17 años. Desde su casa, ya en la comodidad de su habitación, la campeona Panamericana en la categoría Junior Internacional de la disciplina InLine le confiesa a LG Deportiva lo que siente.

“Ya pasaron dos días, tengo la medalla, acá a mi costado en la cama, y todavía la miro sin poder creerlo”, reconoció Hazeu Vizoso. Algo de ambigüedad hay en sus sensaciones, pero es comprensible. Para llegar a cumplir el objetivo, la alumna de sexto año de la Escuela Normal tuvo más contras que pros, una constante realidad de los deportistas de alto rendimiento de la provincia. “No tener las condiciones adecuadas para entrenar si es un factor que influye en varios ámbitos”, explicó la patinadora que practica en el piso de parqué de la cancha de básquet del club Barrio Jardín. “Primero, porque no dispongo de la cantidad de horas que necesito para el nivel en el que estoy. Muchas veces tengo que elegir qué cosas practicar porque no me da el tiempo en las horas que está disponible el club. Comparando a Tucumán con otras provincias, como Santa Fe, Buenos Aires o Córdoba que tienen pistas al aire libre en casi todas las plazas, el entrenamiento no es el mismo”, describió sobre su realidad.

“En la provincia hay más apoyo ahora, pero sigue faltando y sobre todo con patín, que es un deporte no muy popular”, reconoció la patinadora entre agradecimiento y frustración también. Lo que pasa es que Sofía obtuvo un título continental en inferioridad de condiciones de preparación con respecto a sus rivales, algo que ni se notó al momento de competir en la pista ecuatoriana.

“El resto del entrenamiento lo hago en mi casa. Ballet practico en el living, en mi pieza o en el quincho. La preparación física con mi preparadora, también: en el patio y por Zoom”, agregó la campeona Panamericana que tuvo que vender rifas para cubrir los 2.000 dólares del viaje. Recibió apoyo de todo tipo, tarea que se puso a sus espaldas su mamá Constanza que, desde confirmada la presencia de su hija en la selección, vía redes sociales, agitó todo para que pudiera llegar al torneo. “Los que compraron la rifa, el diputado José Cano, la secretaría de Relaciones Internacionales, la gente en general, mi familia, mis amigos”, hizo una lista Hazeu Vizoso. Con ese rosario de complejidades no llama la atención lo que contó la patinadora. “La competencia fue la parte más hermosa y la más fácil de todo esto.
Ese era mi objetivo, lo que yo quería y era por lo que luché. Toda esa fuerza, todo lo difícil por lo que pasé para llegar hasta este momento, valió la pena”, concluyó.

Sentimiento

“Lo que tiene de maravilloso este deporte para mí es que cuando comienza la música y estoy parada en el medio de la pista, ya estoy realizada. Me olvido del resto del mundo. Pocas cosas me hacen sentir así”, respondió la patinadora sobre porqué eligió patín artístico.

Calendario

Lo próximo que debería afrontar Hazeu Vizoso es el Sudamericano, siempre y cuando la pandemia lo permita. Los viajes hacia Buenos Aires, continuarán y necesitará más colaboración para reunir el presupuesto y lugares para entrenar en la provincia.