El arte de dirigir orquestas, en la Argentina o en Corea

El arte de dirigir orquestas, en la Argentina o en Corea

El músico tucumano Walter Jonathan Ale fue nombrado director honorífico de la compañía K-Corea Classical Orchestra.

CONVENCIDO. “El talento que hay en la provincia tiene que ser reconocido en el mundo”, expresa Walter Ale. CONVENCIDO. “El talento que hay en la provincia tiene que ser reconocido en el mundo”, expresa Walter Ale.

“Usted es nombrado ‘Director Honorífico’ de la K-Orchestra, dirigida por el comité organizador de K-Classic para el futuro y Visión de la música del mundo”, dice la carta de nombramiento que Walter Jonathan Ale dio a conocer por sus redes sociales.

El músico tucumano explica de qué se trata: “K-Corea Classical Orchestra es una compañía privada, subsidiada por el Estado, que inicia sus actividades en 2012. Jongwhi Vakh, director artístico de la compañía, es quien me propone y me nomina para ser director honorífico de la Argentina”.

Ale agrega que se trata de una compañía artística que se focaliza en el intercambio de directores, solistas y compositores a nivel mundial que promueve que desde Corea viajen al resto del mundo y viceversa.

“Es una compañía muy abierta y los trabajos son interdisciplinarios; no sólo son de orquesta sinfónica sino además de orquestas sinfónicas juveniles, coros para la producción de óperas y bandas sinfónicas. En este momento los directores honoríficos son cinco”, explica.

Cómo llega

Ale conoció al maestro coreano Jongwhi Vakh en Buenos Aires, cuando dirigió en el teatro Colón (actualmente dirige la Orquesta Filarmónica Guaraní, en Asunción, Paraguay).

“Me contó que en 2023 volverá a Corea, pero antes dirigirá en Europa. En Buenos Aires el maestro me dio una gira de conciertos; y si bien manteníamos poco contacto fue iniciativa de él proponerme para la nominación, y luego el comité tomó la decisión”, comenta.

En todas las áreas

K-Corea Classical Orchestra trabaja en todas las áreas, desde la dirección orquestal y la composición hasta los músicos solistas.

Respecto de qué le demandará el nombramiento, Ale responde: “significa que voy a participar de todos los intercambios mundiales, no sólo en Corea, con otros directores del mundo a través de giras, grabaciones, conferencias y conciertos. Es algo maravilloso”.

“Me siento muy honrado, y es una gran responsabilidad -admite-. El intercambio se focaliza no sólo en lo musical sino en que podamos trascender en el intercambio de culturas. Puedo llevar música argentina a Corea, de compositores locales, y compartirla en otras partes del mundo, a la vez ellos pueden traer ellos su música para acá. Es un desafío muy grande para mí lo que me depara. Y a la vez es el placer de compartir lo que más me gusta hacer”.

Cancelaciones

A causa de la pandemia Ale vio suspendidas giras que tenía previstas al exterior en 2020, pero expresa un firme compromiso: “mi idea es quedarme en Tucumán y poder impartir aquí toda la formación que he recibido. En realidad es un deseo que tengo desde mucho antes de ir afuera a estudiar dirección: creo que el talento que hay en la provincia tiene que ser reconocido en el mundo”.

Ale llega a ese convencimiento a partir de su propia experiencia musical. Ejemplifica con el concierto sinfónico-coral en que dirigió al grupo Suite Ópera, en diciembre de 2020, en la capilla de Nuestra Señora de Lourdes, que él llama “conciertito” (era el primer concierto presencial y con obras cortas): “cuando compartí los videos con directores de otras partes del mundo las devoluciones que recibí fueron excelentes”.

De ahí que colige: “quiero que se sepa que nosotros no tenemos nada que envidiar; que podemos alcanzar lo que a veces anhelamos sólo porque creemos que está en otros países. Nosotros también tenemos al alcance de nuestras manos la música profesional. Que hay que trabajar mucho, por supuesto, pero claro que se puede”.

Este año

“Comencé muy bien este año, dirigiendo la camerata Lola Mora, pero con el temor de que la pandemia iba a suspender todo de nuevo; dicho y hecho, hubo que suspender los ensayos”, lamenta.

Pero los planes están vigentes: “Este año tengo dos hermosos desafíos que son dos piezas, la Serenata para cuerdas de Antonin Dvorak y la Serenata para cuerdas de Piotr Tchaikovsky, y además tengo en mente hacer una composición que ha sido muy poco interpretada, el Stabat Mater de Antonio Vivaldi, que es una obra sinfónico-vocal para un cantante solista. También hemos arrancado a ensayar este año, con el grupo Suite Ópera que conduce María Silvia Soria, ‘Las bodas de Figaro’, la cumbre operística de Wolgang Amadeus Mozart, otro proyecto del año pasado que se suspendió”.

El arte

El director quiere despedirse recalcando que es necesario fomentar que lo más importante es el arte.

“Nosotros no somos importantes. Sólo tenemos la capacidad y la bendición de poder de hacer del arte un producto intangible, el más abstracto, pero es un producto y debemos valorarlo”, finaliza.

Una trayectoria en la música

Walter Ale se formó en Dirección Orquestal en el Conservatorio Nacional López Buchardo de la Capital Federal. Es instrumentista en trompeta en el Instituto Superior de Música de la Universidad Nacional de Tucumán. Se perfeccionó con destacados maestros en Argentina, Francia, Alemania y Nueva Zelanda. En Buenos Aires fue director asistente en la Orquesta Sinfónica de la UBA y tocó como solista junto a la Orquesta Sinfónica San Martin Libertador. Participa en conciertos como instrumentista en la Orquesta Juvenil de la UNT y como director invitado en la Sinfónica de la UNT, entre otras formaciones. Fundó y dirige la Camerata Lola Mora.

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