08 Mayo 2021
Me llamó la atención la reciente idea de incorporar vocablos tucumanos al diccionario de nuestra lengua para enriquecer su acervo, lo que denota de por sí un progreso en sus aspectos relacionados con el correcto uso de las palabras tanto en lo educativo, cultural, social, político etc., no obstante la poca afición de nosotros los tucumanos a asimilar su contenido de un modo más útil y preciso. Hablando de lo político, y dada la nutrida variedad de frases que nos proveen los cultores de esa actividad (la ciencia política) encabezada por el Gobernador y el vice de la provincia y sus más importantes referentes, los que “como producto de su fructíferos y constructivos debates” públicamente conocidos “en pos de mejores resultados de una gestión exitosa reflejada en todos los ámbitos de nuestra geografía y el unánime reconocimiento social”, sugiero a la prestigiosa entidad española de la lengua contemplar la posibilidad de incluir en nuestro léxico algunas frases y vocablos tan actuales como imprescindibles. Por ejemplo, “pase de factura”, “valijas legislativas”, “locros partidarios” (y si son con fondos oficiales, mejor que mejor), “ complicidad política“, “joda en serio“, “joda en broma“, “joda propiamente dicha“ (y toda joda cuanto hubiese en los despachos oficiales, que las paga el pueblo), “poroteo“, “pongamos a alguien que escuche, y hacemos lo que queremos“, y un sinnúmero de frases surgidas del sesudo ingenio de nuestros gobernantes, cuya riqueza expresiva, ya con intensidad y comprensión de sus exponentes, propendiendo hacia un significativo aporte literario. Ironías al margen, me pregunto: ¿será posible que nuestras máximas autoridades, en circunstancias tan dramáticas para la provincia, persistan obcecadamente en inmaduras como estériles disputas, priorizando indisimuladamente sus desmedidas ambiciones con desprecio por el bien común? ¿Cómo es posible que quienes fueron elegidos para ejercer la más alta representación con honor y dignidad se entrecrucen las más desdorosas calificaciones? ¿Con tan despreciables conceptos de lo que fue el manejo de la cosa pública en Tucumán se escribirán las páginas de su historia? Reflexionen, señores gobernantes, gobernar es un don de los elegidos, lo demás es cualquier cosa. Permítaseme por caso, mi pedido de disculpas a los lingüistas y estudiosos del tema por esta invocación mía de mezclar porotos con institucionalidad y corrupción.
Enrique Imperio
Blas Parera 274
San Miguel de Tucumán
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