06 Mayo 2021
Se cumple hoy un mes del fallecimiento del ex decano de la Facultad de Ciencias Exactas y Tecnología de la Universidad Nacional de Tucumán, el ingeniero Mario A. Donzelli, hecho que produjo un hondo pesar en el ámbito universitario y académico de nuestra provincia.
Donzelli llegó en los años 50 desde su Santiago del Estero natal para concretar su sueño de ser ingeniero electrónico. Un amigo de su padre, de apellido Belloni, le consiguió trabajo como boletero del antiguo cine 25 de Mayo, logrando de esa manera costear la carrera universitaria desde sus inicios.
Mucho años más tarde, Belloni recordaba: “... la humildad de Mario hacía que, ya ingeniero, cuando me presentaba a alguien repetía ‘a este hombre le debo mi carrera’. No tenía en cuenta que la fuerza italiana-santiagueña era la que le permitió conseguir sus logros sin ayuda de nadie”.
Se inició como ayudante estudiantil y fue ascendiendo en la carrera docente y de Investigación hasta llegar a titular de cátedra de las materias Electrónica II y Electrónica IV.
Sus alumnos lo recuerdan como un profesor especial, alejado de la clásica postura estructurada de los ingenieros. Recuerdan que Donzelli les hacía un pedido poco habitual en las ciencias duras. Se trataba de proponerles a sus alumnos que buscaran una palabra desconocida y averiguaran su significado. Así, y al inicio de cada clase, los estudiantes se sentaban en círculo y compartían ese nuevo conocimiento.
En 1962 fue convocado por el ingeniero Carlos Boquete para cooperar en las acciones electrónicas centradas en el Laboratorio de Desarrollos espaciales del Instituto de Ingeniería Eléctrica en Chamical, La Rioja, teniendo a su cargo el desarrollo de los equipos de tierra.
Posteriormente, en 1972, el ingeniero Graciano Campos, entonces director de Ingeniería Eléctrica, lo distinguió con una beca para perfeccionarse en Estados Unidos, obteniendo un prestigioso master de la Universidad de Illinois.
Años más adelante, en 1995 la empresa petrolera Schlumberger lo premió con un viaje para conocer las plantas de la firma, gracias a la importante colaboración de la Facultad de Ciencias Exactas en diferentes investigaciones llevadas a cabo por el equipo del ingeniero Donzelli.
Pocos años antes de que le correspondiera la jubilación inició otra de sus pasiones: la música. Comenzó el estudio de piano deleitando a la familia por años con el bolero “Solamente una vez”, una y otra vez, una y otra vez… Y además se animó a iniciarse en la esquiva actividad deportiva formando un grupo de jugadores de padle que perdura hasta hoy.
Este envión le permitió sortear el límite de edad para la jubilación asumiendo primero como consejero superior, luego como vicedecano y finalmente como decano- ganando en la elección de medio término por abrumadora mayoría- de la Facultad de Ciencias Exactas de la UNT.
El pasado 9 de enero sus hijos homenajearon a Mario y Tere, su compañera de toda la vida, por sus Bodas de Oro de casados, agradeciéndoles el ejemplo, la dedicación y el amor recibidos, que tiene continuidad en sus tres nietos y nieta.
Quienes conocieron al ingeniero Donzelli hablan de su humildad y honestidad, de su sentido del humor y dedicación, todos valores que supo plasmar en la destacada trayectoria universitaria que desarrolló durante casi 50 años.
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