¡Qué tiempos aquellos!
02 Mayo 2021

¡Día del Trabajador! Sinónimo de locro, vino en botellas de 3/4 o damajuana, empanadas, helados, gaseosas Crush o Torasso, felicidad, música a todo volumen y el dominante humito de la parrilla  henchida de jugosa carne, chorizos de cerdo, chinchulines, molleja, tiras de lomo para los abuelos, morcillas, seso, batatas delimitando el asado cuyo aroma impregna sabrosamente el olfato y enciende  las miradas de chicos y grandes, anticipando un imperdible almuerzo por el Día, honestamente merecido. Estos son recuerdos que vuelven a la memoria mía, tal vez como sutil consuelo, o para amortiguar las durezas del hoy... Crudo presente, mordaz e indolente que se afincó entre nosotros, irrespetuoso y cruel... La risa, la alegría, el abrazo  amistoso y fraternal, incluso la sonrisa plena, todo se nos fue. Los oscuros tapabocas, los bolsillos vacíos, los salarios endeudados y la falta de trabajo estable borraron de un plumazo cualquier pretendido retorno... Todo ello es ahora un fuerte y tajante “Ya fue”. Decir “celebrar” el Día del Trabajador suena a insólita pretensión. ¿Y quién tiene la culpa de esta abrupta caída social, que descalabró al más osado, al más sufrido, al más confiado pueblo argentino? Dejemos picando la pregunta. Sólo déjenme decir una vez más: “¿Por qué volvéis a la memoria mía, tristes recuerdos del placer perdido?”.

Darío Albornoz

Temas Argentina
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