Qué hacer con los "ciberchantajes"

Qué hacer con los "ciberchantajes"

Sugerencias para proteger de los hackers a las contraseñas.

PARA TENER EN CUENTA. Los ciberdelincuentes aprovechan el volumen de ventas para engañar a los usuarios, robar su datos y para cometer defraudaciones. PARA TENER EN CUENTA. Los ciberdelincuentes aprovechan el volumen de ventas para engañar a los usuarios, robar su datos y para cometer defraudaciones.

El crecimiento de la virtualidad es un escenario casi natural en tiempos de pandemia. Constantemente estamos conectados a plataformas de trabajo, de estudios, de entretenimientos y de juegos, entre otras actividades. También hay un mayor tráfico de correos electrónicos y de mensajes en el celular. Por esa razón, la contraseña juegan un rol fundamental para evitar el ciberfraude o el ciberchantaje. Generalmente, las entidades financieras suelen sugerir que esas contraseñas combinen números, letras mayúsculas y caracteres especiales para ponerle las cosas más difíciles a los hackers. Y, por sobre todo, renovar esa suerte de "candado" al menos dos veces al año.

Según Jordi Serra, docente de los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación de la Universidad Oberta de Catalunya (UOC), lo primero que debe hacer todo aquel que reciba un correo electrónico sospechoso es no responderlo y borrarlo inmediatamente. Una vez borrado, el experto aconseja no utilizar la misma contraseña en diferentes sitios web, porque si alguien la roba de un servidor, podría entrar inmediatamente en todas las demás cuentas del usuario. Serra puntualiza cuando se produce un robo de contraseñas "no es por culpa del usuario que tiene una contraseña fácil o repetida, sino por problemas en los servicios en los que nos damos de alta. No es algo que dependa de nosotros, podemos tener problemas siempre".

Este domingo se celebra el Día Internacional de la Contraseña, un sistema que no sólo protege de los fraudes a las cuentas bancarias, a las redes sociales y todos los otros archivos que solemos alojar en la nube; también causan dolores de cabeza a aquellos que, por tener tantas, no logran recordarla. En este aspecto, los especialistas en prevención de "ciberchantajes" remarcan que se usen contraseñas con un mínimo de ocho caracteres, que contengan algún tipo de símbolo diferente aparte de las tradicionales letras minúsculas y mayúsculas, números o signos de puntuación. Además, para los sitios web que gestionan datos sensibles, se aconseja que la longitud mínima sea de 12 caracteres. Naturalmente, y como suele publicarse en cada sitio web que pide este tipo de contraseñas, el usuario tampoco debe utilizar datos personales como el nombre, la fecha de nacimiento o el domicilio, y menos guardar la contraseña en la memoria de la PC, notebook o del smartphone.

Serra también recomienda activar un segundo factor de autenticación siempre que sea posible. Esto permite, por ejemplo, que si entras en el correo desde una ciudad, una IP o un ordenador que no son los habituales, recibirás un mensaje en el móvil con un código que deberás introducir para poder acceder a tu correo electrónico. Así, aunque nos roben la contraseña, no podrán entrar en el servicio, ya que el ladrón no dispondrá de este segundo código, que solo recibirá el usuario en su móvil. Otra sugerencia es recurrir a un correo para trabajo o para las amistades y crear uno nuevo para acceder a foros, a juegos en línea y, en definitiva, para navegar por internet.

Esta página web permite comprobar si estamos afectados y si nuestras contraseñas han sido filtradas alguna vez en internet. Serra explica que cualquier persona que tenga al menos una contraseña en línea puede ser víctima de chantaje. Periódicamente los ciberdelincuentes filtran millones de contraseñas en internet. Redes populares como Dropbox, Adobe, LinkedIn, Tumblr, Gmail, Twitter o PlayStation han sido víctimas de robos de información de usuarios en los últimos años.

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