24 Abril 2021
Una de las ventajas que presenta la difusión por las redes sociales frente a métodos tradicionales como el panfleto es que requiere mucho menos tiempo y, sobre todo, no cuesta un centavo. Sin embargo, existe la posibilidad de invertir para mejores resultados. Así lo explica Mariela Olea, técnica en comunicación que tiene a su cargo esa área en Los Tarcos. “En 2019 hicimos eso para encontrar nenas para la escuela de hockey y con una inversión mínima logramos que hubiera días en los que se sumaron hasta 12 chicas nuevas. Podés invertir desde un dólar por día, configurándolo para que se pague en pesos. Con los impuestos que hay acá se hace un poco caro, pero igual termina siendo rentable. Por supuesto, a mayor inversión, mejores resultados. Hemos visto que para que una campaña tenga algún resultado, tiene que correr por lo menos tres días”, grafica Mariela, cuyo trabajo dentro y fuera del club está vinculado a las redes sociales.
Entre las ventajas de la difusión pagada en Facebook e Instagram está la posibilidad de segmentar. Es decir, especificar a qué público se quiere llegar. “Podés precisar que apuntás a jóvenes de determinado rango de edad, que vivan en un radio cercano al club, o que tengan entre sus intereses los deportes o las actividades al aire libre. Incluso podés ajustar para que llegue a padres que tienen hijos chicos o adolescentes”, detalla Mariela.
Comunicación e información
No obstante, no todos los clubes se sirven de las redes sociales como herramienta de captación. Algunos las utilizan simplemente como un canal de información e interacción con sus socios. Guillermo “Guigo” Griet, el nombre detrás de la comunicación institucional de Lawn Tennis, asegura que el rol de las redes en su club no apunta a la captación. “En el club no usamos directamente las redes para captar jugadores, porque como política, nunca hicimos publicidad para atraer chicos. Ni con volantes, afiches en colegios ni nada. Por suerte, contamos con muchos chicos y la llegada de nuevos es permanente. Quizás se deba al prestigio natural de la institución, a la calidad y cantidad de entrenadores permanentemente capacitados, al nivel socio-económico de la mayoría de los socios, o a una mezcla de todo eso”, analiza.
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