Daniel Corres vuelve de Sevilla para presentar su tablao “Flamenco vivo”

Daniel Corres vuelve de Sevilla para presentar su tablao “Flamenco vivo”

El bailador estará al frente de una compañía tucumana en el teatro San Martín. Un arte en crecimiento.

DANZA ESPAÑOLA. “Flamenco vivo” resume la esencia del género con aportes contemporáneos de las nuevas tendencias, adelanta Daniel Corres. DANZA ESPAÑOLA. “Flamenco vivo” resume la esencia del género con aportes contemporáneos de las nuevas tendencias, adelanta Daniel Corres.

“Regresando desde Sevilla a Tucumán en diciembre de 2020 luego de dos años de ausencia, me encontré con una información que decía que reabrían los teatros en Tucumán. En ese mismo momento, mi cabeza comenzó a fantasear y a imaginar todo lo que me gustaría hacer y volver a trabajar con grandes compañeres, artistas y amigues de la ciudad”.

El relato de Daniel Antonio Corres avanza hasta concretar “Flamenco vivo”, la obra que subirá a escena esta noche, desde las 20, en el teatro San Martín (avenida Sarmiento 601), con su diseño y puesta y con las actuaciones de Allier Díaz Ferrer, Lisandro Aramayo, Alejandra Chamoro, Carlos Rivero, Evangelina Paz Gambarte, María Emilia Jerez, Claudia Casilla, Cintia Rodríguez y del propio director. Los socios de Club LA GACETA podrán aprovechar la promoción de 2x1 en entradas para este tablao montado en el coliseo tucumano.

- ¿Cómo se gestó este espectáculo?

- Sin pensarlo mucho, en diciembre mismo le escribí a Allier para preguntarle si contaba con él, y su respuesta fue “claro que si”. Y desde ese primer contacto fui pensando e imaginando que de todo lo que quería hacer era posible, organizando los ensayos, llamando a los grandes artistas que hay en la provincia, con los que siempre trabajo, y afrontando la falta de presupuesto, que superamos con el aporte de este gran equipo para poder estrenar en enero en el teatro Rosita Ávila, con dos funciones a sala llena.

- ¿Qué implica reponer en abril?

- Cuando nos confirmaron la fecha para nuestra presentación, el panorama ya era otro. Una de nuestras baialoras originales, Luz Mansilla, se encontraba en aislamiento y no podría estar para esta ocasión. Con solo 10 días tuvimos que encontrar una solución; ahí entraron nuestras artistas invitadas en la escena: Chamoro bailará fandangos junto a Rivero; Paz Gambarte, Jerez y Casilla lo hará en “Cantiñas”, una coreografía que presenta una gran dificultad con el uso del mantón de manila, y Rodríguez estará junto con el resto de la compañía en “Tangos”, en el cual cada artista tiene una participación solista de creación propia.

- ¿Cuáles desafíos experimenta el género en este tiempo, más allá del coronavirus?

- El flamenco está vigente, es un arte universal al que siempre comparo con el tango, porque ambos trascendieron los espacios donde fueron concebidos. Está en constante crecimiento y movilización, presente en todo el mundo, es una cosa magnífica. Como director considero importante abrir los espacios de profesionalización artística, muy escasos para las y los bailarines en nuestra región. Estoy muy contento con brindar este espacio a grandes trabajadoras de la danza en nuestra provincia. Es muy difícil hacer una selección ante la cantidad de buenas bailarinas que hay en la provincia.

- Para alcanzar un nivel determinado hay que trabajar mucho, lo que se complicó con las academias cerradas en pandemia

- Estudiar flamenco en épocas de pandemia y con la virtualidad latente, tiene sus pros y contras. Nos ha dado la posibilidad de conocer más sobre el lenguaje y comunicación del baile con el cante y el toque, pero para quienes no cuentan con las condiciones necesarias en sus hogares (como suelo de madera y ausencia de vecines) se hace muy complicado entrenar una parte fundamental como lo es la técnica de pies para el zapateado. Lo vivo cada vez que doy cursos de capacitación y clases regulares para profesionales, docentes y alumnas avanzadas con intenciones de comenzar una carrera.

- ¿Hay una renovación o se mantiene lo tradicional?

- El flamenco, tal como lo conocemos hoy, es bastante joven en realidad. Si bien tiene muchos siglos de historia, cada década se va renovando y actualizando, adquiere diferentes lenguajes y técnicas. Hoy encontrás propuestas contemporáneas y vanguardistas, incluso algunos posmodernistas; junto a las más tradicionales que buscan conservar su espíritu clásico de danza española. Se nutre de todo lo que lo rodea, no está encapsulado ni cristalizado, pero su esencia está muy presente.

- ¿Qué es lo que personalmente te interesa?

- Vengo de la danza contemporánea, con un camino atravesado por la identidad de género. Los bailes flamencos ya no se distinguen entre los del hombre y los de la mujer. En “Flamenco vivo” hay un cuadro con bata de cola y mantón que lo hago yo.

- Estuviste desde 2018 en España, becado por el Fondo Nacional de las Artes para perfeccionarte. ¿Cómo encontraste el flamenco en Tucumán al volver?

- Está muy bien, creciendo mucho. El mejor ejemplo es haber podido estrenar esta obra de alto nivel en tan poco tiempo después de mi retorno. Acá hay profesionales que están trabajando con mucha altura, nada que envidiar a Buenos Aires. En Tucumán, a diferencia de otras provincias, contamos con grandes músicos del género, lo que es fundamental porque sin la conjunción entre la música en vivo, el canto y el baile es muy difícil hacer flamenco y que aparezca ese duende del que tanto se habla.

- ¿La juventud se interesa en este arte?

- Creo que sí, hay una gran tradición en la provincia con las escuelas de danza española en los barrios, que se vuelca al flamenco. Bailarlo es maravilloso y hay muchas ganas de aprender. Quien lo conoce, se enamora de él.

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